Grammer Solar, compañía de origen alemán especializada en la fabricación de "captadores solares de aire", es la empresa que ha suministrado el equipo y asimismo "ha llevado a cabo una meticulosa planificación para acceder y transportar todo el material con helicóptero hasta el refugio". La instalación consta de un captador de 8,5 metros cuadrados que funciona gracias a un módulo fotovoltaico.
Los sistemas solares de aire Grammer aprovechan la luz (con células fotovoltaicas) y el calor del sol para calefaccionar toda clase de edificios “con aire” . Porque los captadores Grammer no trabajan con un fluido líquido caloportador (como agua glicolada). Trabajan con el aire que absorben de la calle, un aire que filtran, calientan (aprovechándose del efecto invernadero que se produce en el interior de sus captadores) y luego distribuyen mediante un ventilador que se mueve gracias a la energía eléctrica de origen fotovoltaico.
Según la empresa, "gracias a la calefacción solar del aire distribuida mediante conductos en su interior, se consigue una temperatura agradable en el refugio así como una ventilación adecuada aún estando cerrado, manteniendo la estructura y el mobiliario secos". Además, la compañía señala como ventajas comparativas que sus instalaciones no presentan "problemas de fugas de hielo o sobrecalentamiento y funcionan sin apenas mantenimiento".
Otras ventajas que señala Grammer son la ausencia de problemas de fugas, de hielo o de sobrecalentamiento y un funcionamiento que apenas necesita mantenimiento. Hace unos meses, la empresa anunció la instalación, a 3.600 metros de altura, de otro sistema de calefacción en una escuela de formación profesional en la provincia china de Danxiong, instalación que pasa por ser la más alta del mundo.
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www.grammer-solar.es