Sergio de Otto
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Si lo que el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, pretendía con su afirmación en la cumbre del G-20 sobre el “millón de empleos verdes” era hacer un guiño a los ciudadanos (perdón, para los políticos simplemente electores) que sí creemos que son posibles esos empleos verdes habría que decirle que le ha salido el tiro por la culata. Indignación es el término que mejor resume la reacción a estas palabras que se contradicen radicalmente con la actuación día a día de este Gobierno y de la política del Ministerio de Industria en materia energética, una frivolidad que da pie a que los adversarios y escépticos ridiculicen esta vía de la economía sostenible.
No es de recibo que de vez en cuando, especialmente en foros fuera de nuestro país, se hagan este tipo de declaraciones como brindis al sol cuando la realidad es que el Gobierno se ha olvidado totalmente de unos compromisos en este camino que en su día anunció iban a ser el eje de esta legislatura. Un Gobierno que frena el desarrollo de las renovables y promociona la quema de carbón, un Gobierno que no ha dado un solo paso eficaz en políticas de ahorro y eficiencia, un Gobierno que dice una cosa y sin embargo hace la contraria, en definitiva, un Gobierno bipolar.
Lo expresaba muy gráficamente en un debate organizado por la Fundación Renovables en CONAMA 10 el responsable de energía de Greenpeace, José Luis García Ortega: “este Gobierno tiene el discurso de la Fundación IDEAS (PSOE) pero actúa siguiendo los criterios de FAES (PP)”. Efectivamente, en el apasionante y fructífero debate en torno al papel de “las renovables como pilar de un nuevo modelo productivo” con el que la Fundación Renovables se estrenaba como organizador de un evento, quedó de manifiesto que el“think thank” del partido del Gobierno tiene asumida la necesidad de un cambio de modelo energético como lo demostró con su informe “Un nuevo modelo energético para España” de mayo de 2009 en el que proponía y consideraba viable un modelo cien por cien renovables para nuestro país en 2050. Por su parte el representante de FAES hablaba de las renovables como una carga para nuestra competitividad al estar “sobrepagadas” gravando el recibo de la luz más de un 30 por ciento.
Lamentablemente a la Fundación IDEAS solo le hacen caso a veces en Moncloa para redactar algún discurso, mientras que en Castellana, sede del Ministerio de Industria, navegan en dirección contraria. Por su parte FAES se olvida que las primas a las renovables tomaron carta de naturaleza en nuestro ordenamiento en la Ley del Sector Eléctrico del año 1997 cuando el Partido Popular estaba en el poder y que su posterior desarrollo en los Reales Decretos de 1998 y 2004, también aprobados por ellos, han hecho posible, entre otras cosas, la mayor parte de los 20.000 MW eólicos que tenemos instalados hoy.
A las razonables y coherentes propuestas de IDEAS tampoco le han hecho demasiado caso en la Subcomisión del Congreso de los Diputados para la planificación energética a 2035 a la que el Gobierno ha traslado su bipolaridad, mucha literatura por delante sobre la necesidad de reducir nuestras emisiones de CO2 y nuestra tremenda dependencia energética para al final presentar un mix energético a 2020 que supone un incremento del consumo de gas del 35%. Sí de gas, ese combustible fósil que emite cerca de 400 g de CO2 por kWh y que traemos de esos países tan amigos. En renovables los objetivos son tan ambiciosos que pueden suponer en 2020 la misma aportación al sistema eléctrico que hemos tenido en el primer semestre de este año. Y a eso le llaman apuesta por las renovables.
Aunque la Subcomisión se creó para dibujar un escenario a 2035 (así reza su denominación) se han quedado en pasado mañana porque hablar de un plazo de 25 años obligaba a mojarse, sobre todo en lo que se refiere a la energía nuclear y ahí la bipolaridad podía dejar paso a la evidencia absoluta de las contradicciones generalizadas.
La guinda de esa bipolaridad del Gobierno en materia energética es que el Secretario de Estado de la Energía que ha paralizado el sector de las renovables en España, primero con el RDL 6/2009 y estos días con los decretos que minimizan la retribución de las renovables, aspire ahora a la presidencia del IRENA (la Agencia Internacional de Energías Renovables). Sin comentarios. 
