Nieto se queda con las llaves (ER 58)

Sergio de Otto
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Ya tenemos nuevo decreto de regulación de las energías renovables. Después de casi un año de gestación, desde que Antonio Fernández Segura elaborara un primer borrador cuya lectura ponía los pelos de punta, el pasado día 25 de mayo aparecía en el Boletín Oficial del Estado el Real Decreto 661/2007 que viene a enterrar el R.D. 436/2004. Si pensamos en aquel primer papel o en el que remitió el actual Secretario General de la Energía, Ignasi Nieto, a la CNE en noviembre, lo que acaba de aparecer en el BOE es como para lanzar un suspiro de alivio. ¡De la que nos hemos librado!

Si el decreto es bueno para el sector, si mejora sustancialmente la regulación precedente solo el tiempo lo dirá. Uno ya lleva en esto los años suficientes para haber visto juicios sumarísimos y elogios desmedidos a normas que la puesta en práctica matiza y de qué manera. Pero sí que quiero aportar un par de reflexiones y una conclusión.
La primera se refiere a la estabilidad regulatoria. Si todos, y cuando digo todos hablo desde las instituciones comunitarias hasta el último técnico de nuestros organismos sectoriales, consideran la estabilidad regulatoria como factor esencial para el desarrollo de las energías renovables ¿cómo es posible que cada tres años cambiemos en este país el marco normativo? Del 2366/1966 al 2818/1998 y de ahí al 365/2004 y ahora el recién nacido 661/2007. Este, como el anterior, tiene previsto una revisión cuatrienal que está condenada a no llevarse a cabo si se mantiene la tendencia de nuestra clase política a dejar su impronta con un nuevo texto cada tres años,

La segunda reflexión tiene que vez con lo que escribía en el número de marzo. En el proceso de tramitación, el secretario general de la Energía se permitió echar una mancha sobre el sector eólico para justificar la brutalidad del cambio planteado en su primera propuesta. No era justo ni necesario y sólo demostraba la inseguridad que días después le llevaba a rectificar radicalmente los principales parámetros del texto acercándose a lo que con sus palabras había despreciado. Nieto además en el camino dejó algunas joyas para el diario de sesiones como su afirmación en el Senado de que los precios del mercado eléctrico de 36 € (escenario que contemplaba el R.D. 436) “habían pasado a la historia”. Pues bien, desde el 1 de enero hasta el 29 de mayo en el que escribo estas líneas el precio medio del mercado está en…….¡36€! Todo un profeta.

Y una conclusión: Nieto, o lo que es decir Industria, o lo que es decir el Gobierno, se ha quedado con las llaves del futuro de las energías renovables. Han retirado de la ley la evolución de la retribución y se quedan con la facultad de actualizar y revisar los incentivos a las tecnologías limpias discrecionalmente. No vaya ser que, como decía Nieto, “se forren” estos de las renovables. Porque ya se sabe que a los que hay que animar a que sigan ganando mucho es a los que contaminan, dejan residuos para el resto de los tiempos, etcétera. No, lo siento, no es demagogia. ¿Alguien ha escuchado una critica desde esta u otra administración a los beneficios de las tecnologías convencionales? Lo que nos ha llegado es una señal en sentido contrario.

Nieto, Industria, el Gobierno, tienen la llave, legítimamente no cabe duda, pero ahora para lanzarse a la piscina de la inversión hay que tener fe, mucha fe en las convicciones renovables de estos y de los que vendrá. Nuestras empresas tienen fe sin duda en la imperiosa necesidad de ser partícipes del cambio de modelo energético, en la fortaleza de nuestro sector, de nuestra tecnología, pero ¿confían en el guardián de las llaves? No hay demasiadas razones para ello.

sergio de otto

Nieto se queda con las llaves (ER 58)