El pasado 15 de julio, los comisarios Šefčovič y Cañete presentaron el conocido como #SummerEnergyPackage, que consiste en una serie de propuestas y actuaciones en los ámbitos de la regulación eléctrica, el etiquetado energético y de reducción de emisiones de CO2. En relación con el sector eléctrico, encontramos tres documentos de interés. El primero de ellos es una comunicación de la Comisión sobre cómo lograr un “New Deal” para los consumidores de energía eléctrica, a los que los planes de la Comisión sitúan como protagonistas de la transición energética. La comunicación se basa en tres ejes, como son el empoderamiento del consumidor, los hogares y redes inteligentes y la gestión de datos. Se tendrá que estudiar en profundidad si la normativa española sobre acceso a los datos de los contadores por parte de los consumidores es conforme con estas pautas.
El segundo documento es otra Comunicación de la Comisión, por la que se abre un periodo de consulta pública sobre cómo debe ser el diseño del mercado eléctrico, para, entre otras cosas, poder integrar más y mejor a las energías renovables. En dicho documento se formulan un total de 21 preguntas sobre el diseño del mercado y se invita a cualquier persona a participar con sus respuestas, que deben remitirse a la Comisión antes del ocho de octubre de 2015. Una vez haya examinado las respuestas, la Comisión publicará sus conclusiones, que servirán de base para una futura legislación al respecto.
Y el tercer documento, que debería ser el menos importante, porque simplemente recoge una serie de ejemplos de buenas prácticas sobre autoconsumo, que además son de sentido común, es, sin embargo, el que más relevancia tiene para España, si se tiene en cuenta la Propuesta de Real Decreto de autoconsumo presentada por el gobierno español el pasado cinco de junio. Entre otras cosas, en la Guía de la Comisión Europea se señala que las instalaciones pequeñas de autoconsumo deben tramitarse mediante procedimientos simplificados, que no se pueden establecer cargos discriminatorios al autoconsumo, que los cambios normativos no deben ser retroactivos o que se debe incentivar el almacenamiento descentralizado.
El régimen de autoconsumo más restrictivo de Europa
Frente a esta guía de sentido común presentada en Bruselas, el Gobierno español va justamente en la dirección contraria, con una propuesta de Real Decreto que instaura el régimen de autoconsumo más restrictivo de Europa. Como ya se ha dicho, no es una cuestión de sol, sino de luces. Y también, por lo que dice el ministro, de piscinas. Según el ministro Soria, que ha manifestado que pretende aprobar el RD de autoconsumo el 31 de julio, una de las finalidades de la propuesta es que el uno de agosto, cuando media España se vaya de vacaciones, los “pobres” que no tienen piscina en casa no tengan que “pagar” por los “ricos” que sí la tienen. Según su lógica, si se permite el autoconsumo sin restricciones, los ricos pondrán instalaciones de autoconsumo para calentar sus piscinas, y los pobres tendrán que pagar más por la red, porque se financia entre menos gente. El argumento cómodamente olvida que las piscinas se calientan con energía solar térmica, que no tiene nada que ver con el borrador de autoconsumo que han presentado.
Este razonamiento es, como ya se habrá podido imaginar, demagógico y erróneo. El autoconsumo eléctrico no solo no es cosa de ricos, sino que va mucho más allá de calentar piscinas y también puede ser un arma de lucha contra la pobreza energética o de electrificación de zonas rurales. Y, además, el autoconsumo es un elemento de eficiencia energética, y, como tal, lógicamente, permite reducir el consumo de energía de la red. Pero es que también es falso que el autoconsumidor vaya a pagar menos que el no autoconsumidor, porque todo autoconsumidor continuará pagando el término de potencia (que, si no pone baterías, no tiene porqué reducirse) y el término de energía por la energía consumida de la red. En definitiva, la Comisión Europea está guiando a España hacia el camino del sentido común en materia de autoconsumo. Ahora la pregunta es si el ministro decidirá aprobar el Real Decreto respetando formal y materialmente las normas.
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