La Comisión Europea, que ha presentado su Pacto por una Industria Limpia este miércoles, asegura que este "plan de actividades en apoyo de la competitividad y la resiliencia de nuestra industria" (1) acelerará la descarbonización de la economía europea, algo que la UE debe hacer si quiere cumplir con el objetivo que se ha marcado en su Pacto Verde (el cero neto en ceodós en 2050) y (2) garantizará el futuro de la industria manufacturera en el continente (el sector industrial europeo atraviesa una difícil coyuntura, muy impactado por la escalada del precio del gas, del que depende en gran medida, y por la cada vez más feroz competencia china). Según la Comisión, la descarbonización es un "potente motor de crecimiento de la industria europea", motor de crecimiento llamado a impulsar la competitividad, "ya que ofrece seguridad y previsibilidad a las empresas y a los inversores". La idea matriz del Pacto es que, si la industria europea apuesta por las energías renovables (autóctonas) y por las tecnologías limpias made in EU (ergo también autóctonas), y se independendiza así de los combustibles fósiles (combustibles contaminantes y de precios volátiles que ha de importar desde otros territorios), ahorrará en sus costes de producción y será más competitiva.
Stéphane Séjourné, vicepresidente ejecutivo para la Prosperidad y la Estrategia Industrial: "Europa acelera hoy su doble descarbonización y reindustrialización. Este pacto tiene por objeto situar a Europa como líder mundial en las industrias limpias, desde el estímulo de nuestra producción «dentro de Europa» hasta un mayor apoyo reglamentario y financiero a nuestras cadenas de suministro industrial más estratégicas. También garantiza nuestro modelo europeo único de descarbonización no solo como un objetivo medioambiental, sino también como nuestra estrategia de crecimiento económico"
El Pacto UE por una Industria Limpia se centra principalmente en dos sectores estrechamente relacionados. A saber: las industrias de gran consumo de energía y las tecnologías limpias.
(1) El pacto se centra en las primeras, en las industrias de gran consumo de energía, porque necesitan "ayuda urgente para descarbonizarse y electrificarse, ya que el sector padece unos altos costes de la energía, una competencia mundial desleal y normativas complejas, lo que perjudica su competitividad";
(2) y se centra así mismo en las tecnologías limpias, porque son "fundamentales para la competitividad y el crecimiento futuros, y cruciales para la transformación industrial".
La circularidad -añade la Comisión Europea- también es un elemento central del Pacto, "pues debemos aprovechar al máximo los limitados recursos de la UE y reducir la dependencia excesiva de los proveedores de materias primas de terceros países".
La dependencia energética del gas y del petróleo, por ejemplo, es absolutamente desmesurada. Según el Consejo de Europa, la factura de la importación de energía de la UE27 ascendió a 604.000 millones de euros en 2022 (el 3,8% del PIB de la UE27).
Wopke Hoekstra, comisario de Clima, Cero Emisiones Netas y Crecimiento Limpio: "Europa debe ser más limpia y más competitiva, y también autosuficiente. El Pacto Industrial Limpio es nuestro plan de actividades: una estrategia de descarbonización que reindustrialice Europa, impulsando la competitividad y la independencia estratégica"
El Pacto define lo que denomina "motores de actividad para que la industria prospere en la UE". Son estos
• Reducción de los costes de la energía
La energía asequible es "la base de la competitividad", según la Comisión, que acaba de adoptar un Plan de Acción para una Energía Asequible cuyo objetivo es "bajar la factura energética de las industrias, las empresas y los hogares". El Ejecutivo europeo ha anunciado esta semana que va a perfilar un Reglamento sobre el particular que "agilizará la adopción de la energía limpia, acelerará la electrificación, completará nuestro mercado interior de la energía mediante interconexiones físicas, empleará la energía de manera más eficiente y reducirá la dependencia de los combustibles fósiles importados".
• Estímulo de la demanda de productos limpios
La Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial -avanza la Comisión- aumentará la demanda de productos limpios fabricados en la UE mediante la introducción de criterios de sostenibilidad, resiliencia y fabricación en Europa en las contrataciones públicas y privadas. Aprovechará para ello la revisión del marco de contratación pública en 2026.
La Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial lanzará así mismo una etiqueta voluntaria de intensidad de carbono de los productos industriales, empezando por el acero en 2025, seguido del cemento. La Comisión simplificará y armonizará las metodologías de contabilidad del carbono. Estas etiquetas informarán a los consumidores y permitirán a los fabricantes conseguir una prima por sus esfuerzos de descarbonización.
La Comisión no ha olvidado en su Pacto las barreras administrativas a las que se enfrenta la industria: los proyectos eólicos -recuerda- pueden durar entre 7 y 10 años, los proyectos de redes de distribución entre 8 y 10 años y los proyectos de redes de transporte hasta 17 años, y "solo siete Estados miembros recurren a las normas de concesión de permisos de la Directiva sobre fuentes de energía renovables, que ofrecen más flexibilidad".
Por eso -concluye-, la Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial propondrá medidas concretas para abordar los cuellos de botella en la concesión de permisos, manteniendo al mismo tiempo las salvaguardias medioambientales y protegiendo la salud humana.
La Comisión en todo caso pide urgentemente a los Estados miembros que hagan uso de estas nuevas normas, y ha anunciado que reforzará su apoyo a los Estados miembros difundiendo las mejores prácticas y recomendaciones y poniendo en marcha un diálogo sobre la concesión de permisos energéticos.
• Financiación de la transición hacia una energía limpia
A corto plazo, el Pacto Industrial Limpio movilizará más de 100.000 millones de euros para apoyar la fabricación limpia dentro en la UE. Este importe abarca 1.000 millones de euros más en concepto de garantías con cargo al actual marco financiero plurianual.
La Comisión
(1) adoptará un nuevo marco de ayudas estatales del Pacto Industrial Limpio. Permitirá una aprobación simplificada y más rápida de las medidas de ayuda estatal para las energías renovables, la descarbonización industrial y la garantía de una capacidad de fabricación suficiente de tecnologías limpias;
(2) reforzará el Fondo de Innovación y propondrá un Banco de Descarbonización Industrial, "con el objetivo de obtener fondos por valor de 100.000 millones de euros, partiendo de los fondos disponibles del Fondo de Innovación, los ingresos adicionales derivados de partes del Régimen de Comercio de Derechos de Emisión y la revisión de InvestEU"; y
(3) modificará el Reglamento InvestEU "para aumentar la capacidad de absorción de riesgos de InvestEU". Así se movilizarán -estima la Comisión- hasta 50.000 millones de euros en inversiones públicas y privadas adicionales, por ejemplo, en tecnologías limpias, movilidad limpia y reducción de residuos.
El Grupo del Banco Europeo de Inversiones (BEI) también pondrá en marcha -adelantan desde la Comisión- una serie de nuevos instrumentos de financiación concretos en apoyo del Pacto Industrial Limpio.
El BEI lanzará:
(1) un «paquete de fabricación de redes» que aportará contragarantías y otras ayudas a la reducción del riesgo a los fabricantes de componentes de red;
(2) un programa piloto conjunto de la Comisión Europea y el BEI en materia de contragarantías para los acuerdos de compra de electricidad por las pymes y las industrias de gran consumo de energía; y
(3) un mecanismo de garantía de tecnologías limpias con cargo al programa Tech EU, alimentado por InvestEU.
• Circularidad y acceso a los materiales
La Comisión Europea tiene claro que "las materias primas fundamentales son esenciales para nuestra industria", y, en ese marco conceptual, considera fundamental (1) "velar por el acceso a esas materias y reducir la exposición a proveedores poco fiables" y (2) "situar la circularidad en el centro de nuestra estrategia de descarbonización", medidas ambas que la Comisión considera contribuirán "al máximo aprovechamiento de los limitados recursos de la UE". En ese sentido, el Ejecutivo comunitario ha anunciado que
(1) establecerá un mecanismo que permita a las empresas europeas mancomunarse y agregar su demanda de materias primas fundamentales;
(2) creará un Centro de Materias Primas Fundamentales de la UE para adquirir conjuntamente materias primas en nombre de las empresas interesadas (la Comisión considera que las compras conjuntas generan economías de escala y ofrecen un mayor efecto multiplicador a la hora de negociar mejores precios y condiciones); y
(3) adoptará una Ley de Economía Circular en 2026 "para acelerar la transición circular y velar por que las materias primas escasas se utilicen y reutilicen de manera eficiente, reducir nuestras dependencias mundiales y crear puestos de trabajo de alta calidad". El objetivo UE es que el 24% de las materias entre en la economía circular de aquí a 2030.
• Actuación a escala mundial
La Comisión ha anunciado esta semana así mismo que "pronto" pondrá en marcha las primeras "asociaciones de comercio e inversión limpias", con las que pretende diversificar las cadenas de suministro y forjar acuerdos (con otros actores globales) mutuamente beneficiosos. Además, la Comisión que preside la conservadora Von der Leyen ha anunciado también que actuará "de manera aún más decidida" para proteger la industria europea "contra la competencia desleal a escala mundial y el exceso de capacidad a través de una serie de instrumentos de defensa comercial y de otro tipo". Por fin, la Comisión también simplificará y reforzará el Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (MAFC).
El Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono es, grosso modo, el instrumento de referencia para poner un precio justo al carbono emitido durante la producción de bienes intensivos en carbono que entran en la UE, y para fomentar una producción industrial más limpia en países no pertenecientes a la UE.
Los sectores afectados inicialmente por el CBAM son: cemento, hierro y acero, aluminio, fertilizantes, hidrógeno y la electricidad. Los productos concretos de estos sectores que están bajo el alcance del CBAM se pueden encontrar en el Anexo I del Reglamento (UE) 2023/956 del Parlamento Europeo y del Consejo del de 10 de mayo de 2023 por el que se establece un Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono.
Al confirmar que se ha pagado un precio por las emisiones implícitas específicas de las mercancías importadas generadas durante su producción, el Mecanismo garantizará que el precio del carbono de las importaciones sea equivalente al precio del carbono de la producción en la Unión Europea, y que no se socaven los objetivos climáticos de la UE.
Entre el 1 de octubre de 2023 y el 31 de diciembre de 2025 se ha establecido el periodo transitorio de la implementación del CBAM, con obligaciones de notificación trimestrales para los importadores de los productos afectados por el mecanismo. Durante este periodo transitorio no es necesaria la entrega de certificados CBAM por las emisiones implícitas de las mercancías importadas.
Una vez que el sistema permanente entre en vigor el 1 de enero de 2026, los importadores tendrán que declarar cada año la cantidad de mercancías importadas en la UE el año anterior y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) implícitas.
• Garantía de mano de obra cualificada
La Comisión ha anunciado también que creará una Unión de las Competencias que invierta en los trabajadores, fomente las competencias y cree puestos de trabajo de calidad. El Pacto, que tendrá una dotación de 90 millones de euros con cargo a Erasmus+, contribuirá a reforzar las competencias sectoriales de las industrias estratégicas vinculadas al Pacto Industrial Limpio. El Pacto -concluye la Comisión- también "apoya el empleo de calidad, promueve las condicionalidades sociales y presta más ayuda a los trabajadores afectados por las transiciones".
Contexto
En sus orientaciones políticas (2024-2029), la presidenta von der Leyen anunció que presentaría el Pacto Industrial Limpio en los cien primeros días del mandato de la Comisión como prioridad para velar por la competitividad y la prosperidad en la UE.
El Pacto UE por una Industria Limpia (Clean Industrial Deal) "se basa -según la Comisión- en un intenso diálogo con dirigentes industriales, interlocutores sociales y la sociedad civil en el marco de la Declaración de Amberes por un Pacto Industrial Europeo y los diálogos sobre la transición hacia una energía limpia".
Clean Industrial Deal: A joint roadmap for competitiveness and decarbonisation
