El operador incluye en su balance a 28 de febrero la generación en servicio, la generación con permiso de acceso, la generación solicitada sin permiso de acceso con gestión en curso, y además toda aquella generación solicitada que ha sido contestada denegando el permiso de acceso. Las denegaciones -informa REE- se producen, entre otras razones, porque no hay capacidad en el nudo solicitado o porque se solicita acceso en una subestación no incluida en la planificación vinculante. Red Eléctrica concreta además por tecnologías y por comunidades autónomas. Por tecnologías, ahora mismo hay "en servicio" 27.500 megavatios de potencia eólica y más de diez mil (10.400) de capacidad de generación solar fotovoltaica (FV). Con permiso de acceso concedido hay casi cuarenta mil megavatios eólicos (39.600 MW) y más de cien mil fotovoltaicos (100,9). Y con la solicitud del permiso de acceso en curso hay 13.800 eólicos y 9.800 fotovoltaicos. El operador del sistema eléctrico nacional, REE, ha denegado permisos de acceso a 28 de febrero por valor de 20.800 MW eólicos y 95.900 solares.
El Consejo de Ministros aprobó en febrero de 2019 un borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 que envió a la Comisión Europea en abril de 2020 y que ha recibido el visto bueno de Bruselas. El plan prevé para el año 2030 una potencia total instalada en el sector eléctrico de 160.837 megavatios (MW), de los que 50.333 serán eólicos (hoy hay 27.500 en servicio). Además, deberá haber 39.181 megas de potencia solar fotovoltaica (hoy 10.400); 26.612 de ciclos combinados de gas (los que hay ahora); 14.000 de potencia hidráulica; 9.000 de bombeo; 7.303 de solar termoeléctrica (hoy son 2.3000); y 3.000 de potencia nuclear (hoy hay 7.000), así como cantidades menores de otras tecnologías. El Plan de Energía y Clima reconoce que, dentro de diez años, en 2030, España seguirá siendo muy dependiente energéticamente. Hasta un 61%. O sea, que hasta el 61% de la energía que demandará el país ese año habrá de llegar aquí de allende las fronteras, con lo que ello supone de multimillonaria evasión de capitales (en 2019, por ejemplo, España importó productos energéticos -petróleo, gas, carbón...- por valor de 45.000 millones de euros).