"La gran apuesta verde de los presupuestos son las renovables, las redes inteligentes, la movilidad y la rehabilitación de viviendas a las que se asigna un total de 11.787 millones de euros". Es la valoración preliminar que, de los Presupuestos Generales del Estado, acaba de publicar Greenpeace. La asociación ecologista denuncia sin embargo que se sigan dedicando fondos públicos a empresas contaminantes, "como muestran las condiciones del Plan Renove" (de sustitución de vehículos viejos por otros presuntamente menos contaminantes). Según la oenegé del arco iris, el Ministerio de Industria va a continuar inyectando "ayudas encubiertas a través de compensaciones al sector industrial sin que se especifiquen condicionantes ambientales, como es el caso de los 320 millones de euros dirigidos en su mayor parte a compensar a los consumidores electrointensivos (que deberían condicionarse a mejoras de eficiencia y/o aumento del uso o contratación directa de energía renovable) o el de los 250 millones de euros del Programa de Renovación de Vehículos 2020 (Plan Renove), que continuará subvencionando coches contaminantes".
Greenpeace: la reconstrucción verde, que han de liderar el Ministerio para la Tansición Ecológica y el Reto Demográfico (renovables, eficiencia, movilidad sostenible y transición justa) y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (rehabilitación de viviendas y movilidad sostenible) recibe vía PGE una inyección de 11.787 millones de euros, según Greenpeace. 6.805 millones de euros los gestionará el primero de los dos ministerios (Teresa Ribera); 4.982, el segundo (José Luis Ábalos).
Mario Rodríguez, director de Greenpeace: "la inversión en renovables, redes inteligentes, movilidad y rehabilitación de viviendas está alineada con la transición ecológica: es un acierto que celebramos. Sin embargo, es inaceptable que sigan dedicando fondos públicos a subvencionar las industrias y energías contaminantes, sería muy mala señal que no se equiparara la fiscalidad del diésel con la gasolina”
¿Y la biodiversidad?
Otra de las competencias clave del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la biodiversidad, no ha salido tan bien parada de las cocinas donde ha preparado el Gobierno los PGE: "pese a ser una de las 10 palancas incorporadas en el Plan de Recuperación presentado por el Gobierno -lamentan los ecologistas-, tan solo se le asignan 1.395 millones de euros que se repartirán entre el cuidado de los ecosistemas, agua, costa y economía circular". Según el director de Greenpeace, "la inversión en biodiversidad es demasiado modesta para el reto que tenemos. Nos estamos jugando el futuro en un contexto de emergencia climática y crisis de biodiversidad".
Por lo demás, la organización ecologista reconoce, en este primer análisis preliminar, "grandes avances en la apuesta por la recuperación social y la reconstrucción verde, con una inversión pública récord y un considerable aumento del gasto social: un 59,9% del total de los PGE". En ese sentido, Greenpeace cree que el adelanto de los 27.000 millones de euros de los fondos de recuperación "va a permitir el desarrollo de una gran apuesta verde centrada principalmente en renovables, movilidad y rehabilitación de viviendas".
La oenegé también se muestra crítica con la "tibia fiscalidad verde" que plantean los Presupuestos Generales del Estado 2021. "El principio quien contamina, paga -dicen los ecologistas- está prácticamente ausente de los presupuestos, y España sigue estando en el furgón de cola de la Unión Europea en impuestos verdes, con un porcentaje respecto al PIB del 1,83%, frente a la media del 2,5%".
Diésel
La única novedad sobre fiscalidad ambiental que se incluye en los presupuestos de 2021 es la reducción de la bonificación del impuesto del diésel, que, sin embargo -alertan desde Greenpeace-, ni siquiera iguala la fiscalidad de la gasolina y mantiene las exenciones al uso profesional.
Alicia Cantero, coordinadora en Greenpeace del análisis de Presupuestos: “la fiscalidad ambiental es una de las vías imprescindibles para garantizar la transición ecológica de nuestra economía y la generación de empleo estable y de calidad, además de enviar una clara señal para inducir cambios de comportamiento más sostenibles. Animamos al Gobierno a que siga asumiendo su responsabilidad para integrar eficazmente la fiscalidad verde y el principio de quien contamina, paga como medidas indispensables dentro del paquete de reformas fiscales”
La organización ecologista ya ha anunciado que dispondrá de "una valoración ambiental más detallada de los presupuestos por partidas y programas que hará llegar a la Comisión de Presupuestos Generales del Estado en el Congreso de los Diputados y que estará disponible en la web de la organización".
* Julio de Toledo Jáudenes. Revista de Administración Pública. Núm. 112. Enero-abril 1987