En su informe "Hacia una economía del bienestar en la UE: por una Europa post Covid-19 más justa y sostenible" WWF sostiene que poner en marcha esta nueva economía significaría situar a la UE en una trayectoria completamente diferente, considerando otros factores. "En lugar de buscar tan solo el crecimiento del PIB, se utilizarían indicadores que miden nuestra calidad de vida, bienestar, salud y la acción climática y la pérdida de la naturaleza para determinar si la UE se está recuperando con éxito de la Covid-19", explica.
Por el contrario mantener el paquete de recuperación económica propuesto por la UE en sus actuales términos "podría permitir que sectores tan destructivos como los combustibles fósiles o la agricultura intensiva accedan a financiación pública, bloqueando las inversiones durante las próximas décadas y socavando los esfuerzos de la UE para abordar la doble crisis de pérdida de biodiversidad y cambio climático", subrayan desde la ONG.
"La UE tiene todas las herramientas adecuadas a mano, y los ODS adoptados hace cinco años proporcionan el marco perfecto para lograr una economía del bienestar y una recuperación justa y socialmente inclusiva, respetando los límites planetarios. Sin embargo, hasta la fecha, la Comisión Europea no ha presentado una estrategia convincente para lograr los ODS a nivel nacional, y la Agenda 2030 se ha dejado de lado", añaden.
Con este informe, WWF se une a un amplio movimiento de organizaciones que ya han pedido una economía del bienestar. Países como Nueva Zelanda, Islandia, Escocia y Gales ya están trabajando para implementarla mediante la integración de medidas alternativas en sus procesos de toma de decisiones, presupuestarios y políticas económicas, para ayudar a priorizar el bienestar de sus ciudadanos y el medio ambiente.