La organización conservacionista WWF ha identificado a los 100 mayores propietarios de activos de 11 países europeos (Alemania, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Holanda, Noruega, Suecia y Reino Unido) y ha contactado a 88 de ellos para realizar una evaluación sobre su "alineamiento y exposición de sus carteras de acciones cotizadas y bonos corporativos" a una serie de tecnologías claves para el clima -centrales térmicas de carbón; energías renovables; minería de carbón; producción de petróleo; y producción de gas- con respecto a escenarios climáticos futuros 2018-2023. Pues bien, solo 33 de ellos estuvieron de acuerdo en publicar los resultados de su alineamiento climático en este informe.
Los autores del informe destacan "tres conclusiones principales"
1. Son necesarios mayores esfuerzos para asegurar que las acciones cotizadas y los bonos corporativos estén alineados con el objetivo de no superar los 2ºC de aumento de la temperatura global de la tierra. Según el informe de WWF, las inversiones de los propietarios de activos están parcialmente alineadas con este objetivo en algunas de las tecnologías incluidas en la investigación. "Sin embargo -matizan los autores-, ninguno de estos propietarios está alineado en todas las tecnologías".
2. El estudio observa "claras diferencias entre países en términos de disposición de los propietarios de activos para participar y revelar información". En los países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia) hay una extensa divulgación de los resultados del alineamiento climático y bastantes inversores están involucrados de manera activa en iniciativas internacionales. En Países Bajos y Francia hay un cierto grado de revelación. En otros países (Bélgica, Alemania, Italia, España y Reino Unido) el nivel de divulgación es cero.
3. Según los autores del informe, hay indicadores que muestran un creciente reconocimiento entre los propietarios de activos de "la importancia de los riesgos financieros y las oportunidades relacionadas con el clima". El estudio de WWF establece por otro lado que 55 de los 88 propietarios de activos contactados (el 61%) están "activamente involucrados en el análisis de la exposición de las carteras de inversión con respecto a escenarios climáticos futuros".
La regulación no es exigente
Los niveles de divulgación reflejan, en parte, la falta de una regulación que exija la revelación de los riesgos financieros relacionados con el clima en algunos países. WWF considera "decisivo" establecer marcos consensuados para evaluar los escenarios climáticos futuros a través de prácticas y patrones empresariales, supervisión y regulación. Por ello, hace un llamamiento a los gobiernos, bancos centrales y reguladores financieros "para que establezcan marcos armonizados que garanticen la transparencia de los datos y la evaluación del riesgo financiero asociado a escenarios climáticos futuros". La oenegé además alienta a los propietarios de activos a que implementen "buenas prácticas voluntarias de divulgación".
Según la responsable de Clima y Energía de WWF España, Mar Asunción, "en el caso de nuestro país, desde WWF respaldamos la inclusión, en el borrador de Ley de Cambio Climático y Transición Energética en el que está trabajando el Gobierno, de un artículo que contemple la obligatoriedad para el sector financiero y las empresas cotizadas de informar sobre el riesgo climático en que incurre su actividad y las medidas que adoptan para limitarlo". Asunción alude en ese sentido a "la disposición que exige al Banco de España elaborar cada 2 años un informe sobre la evaluación del riesgo para el sistema financiero español derivado del cambio climático y de las políticas que se implementan para combatirlo".
Para WWF, estas disposiciones son fundamentales para guiar el alineamiento de los flujos financieros y las actividades económicas con los objetivos del Acuerdo de París, compromiso que fue recogido por el mismo texto del Acuerdo en su artículo 2.c
El informe Propietarios de activos europeos: alineamiento climático de las carteras de acciones cotizadas y bonos corporativos ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación KR. Para el análisis se empleó la metodología Evaluación para la Transición Climática del Acuerdo de París (Pacta por sus siglas en inglés). Pacta se construye sobre una metodología desarrollada por el consorcio Métricas de Inversión en Energía Sostenible (SEIM por sus siglas en inglés), liderado por 2° Investing Initiative en el cual participa la Oficina de Política Europea de WWF y WWF Alemania. Esta herramienta fue financiada por la Comisión Europea a través del programa de investigación Horizonte 2020.