El nuevo informe de WWF pone el foco en las causas de la pérdida de biodiversidad y en los cambios necesarios imprescindibles a nivel planetario en nuestro modelo productivo y de consumo. La principal conclusión de WWF es que si los 500 mil millones de dólares que los gobiernos gastan en subsidios dañinos cada año se desviaran hacia sistemas productivos y empleos que son positivos para la naturaleza, además de mejorarse el estado de la Tierra se crearían en torno a 39 millones de puestos de trabajo.
Elaborado por Dalberg Advisors, el informe señala los tres grandes cambios de enfoque necesarios para reducir a la mitad la huella mundial de la humanidad. En concreto propone realizar una contabilidad del capital natural en las cuentas nacionales y de empresas, la transformación sostenible de los modelos productivos de alimentos y la implantación de modelos de economía circular que minimicen los residuos producidos y la necesidad de recursos.
El estudio se ha lanzado como antesala a la ronda de conversaciones, de dos semanas de duración, sobre un nuevo acuerdo mundial sobre biodiversidad que se pondrá en marcha de forma virtual este lunes. Las conversaciones se llevan a cabo en el marco del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), y el plan final está programado para ser adoptado en octubre de 2021, en la 15a Conferencia de las Partes del CDB en Kunming, China (COP25). Se espera que las negociaciones finales y la adopción se retrasen hasta que las reuniones presenciales sean posibles en 2022.
"Es imperativo en nuestros tiempos evitar el colapso de los ecosistemas y la crisis climática, pero los gobiernos actualmente gastan al menos 500 mil millones de dólares al año en subsidios para actividades como la agricultura insostenible o la sobrepesca, que dañan la naturaleza con consecuencias desastrosas para la sociedad, la economía y nuestro bienestar”, ha declarado Marco Lambertini, director general de WWF Internacional. “La reasignación de este gasto hacia prácticas sostenibles no solo ayudaría a reducir el impacto sobre la biodiversidad, sino que también nos ayudaría a la transición hacia una economía positiva para la naturaleza y a reformar nuestro modelo actual de producción y consumo insostenible".
Mías de la mitad del PIB depende de la naturaleza
Para WWF, la necesidad de lograr un acuerdo para detener y revertir la pérdida de la naturaleza para 2030 nunca ha sido mayor. Más de la mitad del PIB mundial (44 billones de dólares estadounidenses) depende en gran medida o en parte de la naturaleza. El cambio ambiental global pone en riesgo cerca de 10 billones de dólares de valor económico para 2050 y podría resultar en aumentos de precios a gran escala en los principales productos básicos, como la madera y el algodón.
Por ejemplo, la deforestación de los bosques húmedos tropicales puede provocar patrones climáticos inestables que podrían aumentar drásticamente la escasez de agua en las regiones afectadas. De manera similar, la destrucción de los arrecifes de coral (por ejemplo, a través de la pesca de arrastre) desplaza los criaderos vitales para la regeneración de las poblaciones de peces a nivel mundial.
Sin embargo, WWF señala que el mundo no esté respondiendo adecuadamente a la crisis de la naturaleza, lo que también pone en peligro nuestra capacidad para abordar la crisis climática y los recursos de los que todos dependemos para nuestros negocios y nuestra propia supervivencia.
“Las próximas negociaciones representan una oportunidad para que los líderes mundiales - 89 de ellos han respaldado el Compromiso de los Líderes por la Naturaleza al acordar revertir la pérdida de biodiversidad para 2030 - intensifiquen y cumplan con sus compromisos, instruyendo a sus negociadores para asegurar un resultado transformador”, indica Gemma Rodríguez, responsable del programa de especies de WWF España.
“El borrador del texto que se está revisando contiene muchos de los elementos necesarios para un acuerdo sobre la naturaleza exitoso, pero no aborda adecuadamente los factores que impulsan la pérdida de biodiversidad, como por ejemplo, nuestros sistemas alimentarios insostenibles. Las medidas de conservación por sí solas no nos darán los resultados necesarios para revertir la pérdida de biodiversidad. Por ello, estamos solicitando a los países que aborden la verdadera causa del problema y que adopten una meta para reducir a la mitad la huella de producción y consumo para 2030”, añade.
Además, WWF insta a los países a intensificar drásticamente su ambición y comprometerse con la misión de revertir la pérdida de biodiversidad para asegurar un mundo positivo para la naturaleza en esta década. El borrador actual del texto incluye ya un objetivo para proteger el 30% de la tierra y los océanos para 2030, objetivo que debe estar condicionado a un enfoque que respete y asegure los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales; también enfatiza que los negociadores deben trabajar para fortalecer significativamente el mecanismo de implementación contenido en el borrador del acuerdo para que sea efectivo una vez adoptado.
En 2020, el Informe sobre el futuro de la naturaleza y las empresas del Foro Económico Mundial proyectó que las soluciones "positivas para la naturaleza" podrían crear 395 millones de trabajos para 2030 y 10,1 billones de dólares en oportunidades comerciales. Varios países ya se han embarcado en transiciones justas hacia una economía positiva para la naturaleza que ofrecen valiosas lecciones e inspiración, desde la apuesta por pagar la conservación de los recursos y servicios ambientales a los propietarios de terrenos en Costa Rica, a la reforma de los subvenciones agrícolas para apoyar solo a prácticas sostenibles en Suiza o Nueva Zelanda