Los debates sobre política energética han sido decepcionantes. Al menos los celebrados hasta finales de octubre. Conviene dejarlo claro no vaya a ser que lo mejor esté por llegar en noviembre, a medida que se acerca el 20–N. Pero nos tememos que no va a ser así. Tal vez porque, como apunta el presidente de la Fundación Renovables, Javier García Breva,“en el debate político los temas de la energía no son ahora prioritarios”. El perfil de los participantes en los tres debates a los que ha asistido este periodista así lo demuestra. Excepto honrosas excepciones han faltado responsables de nivel. Por no hablar de espantadas como las que han protagonizado en alguna ocasión los grandes partidos.
En uno de esos debates, organizado por Greenpeace para presentar su informe Energía 3.0 y debatir sobre las propuestas energéticas de los partidos, Xavier García Casals, autor de ese estudio, apuntaba una evidencia que a menudo se olvida: “si el sistema social no es capaz de articular una posición en torno al modelo energético, otros la articularán”. Y hablando de energía hay muchos encantados de decir cómo deben de hacerse las cosas. Que se lo pregunten a José Porras, miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Empresas de Servicios Energéticos (ANESE). “Un representante de una utility (grandes empresas energéticas) ha llegado a decir en un acto público que tener una instalación solar térmica parada sale más barato que tenerla en marcha”. La pregunta surge de inmediato: ¿más barato para quién?
Un 15–M energético
Los políticos son expertos en percibir la temperatura ciudadana, lo que deja helada a la gente o lo que provoca un subidón. Y mientras la energía –a pesar de lo que implica para la política de altos vuelos, los intereses de grandes empresas, el medio ambiente o nuestro bolsillo– no forme parte de las principales preocupaciones sociales, los políticos sólo moverán las fichas justas. Manel Ferri, responsable del Departamento de Movilidad de la Secretaría de Medio Ambiente de CCOO, lo clava en una frase: “en energía nos falta un 15–M”.
Los movimientos sociales surgidos a raíz de la crisis económica han despertado muchas conciencias. Y es evidente que los bancos, los mercados, las hipotecas, las agencias de rating o los recortes sociales han entrado a formar parte de nuestro universo personal. Son las primeras noticias en los medios de comunicación. Lo llevan siendo meses, años. Y de un modo u otro nos tocan la fibra. Lo que en unos meses, años, quede de este clamor está por ver. Pero las críticas están poniendo en cuestión el sistema mismo que nos ha traído hasta aquí y que parece ser incapaz, no ya de superar la crisis sino de evitar flagrantes injusticias, como las de las indemnizaciones de algunos directivos de bancos y cajas, por citar las más escandalosas.
El sector de la energía no ha vivido nada de esto, desde luego. Pero algunos creen que necesita un buen revolcón. Y no solo el citado Manel Ferri. El candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dicho que “la energía es la gran reforma pendiente”. Que, por cierto, el PSOE no ha hecho mientras ha estado en el gobierno.
Lo que demuestra que tampoco debe de ser fácil, dada la magnitud de las cosas que hay que poner en su sitio. Las empresas energéticas son peces gordos de la economía de cualquier país, así que más de una vez, en estos debates electorales, se ha interrogado a los políticos sobre su capacidad real para hacer política energética. ¿Estas cosas no sé negociarán en otros despachos? Uno que acaba de llegar al ruedo, Juan López de Uralde, candidato de Equo, lo tiene claro: “no me creo el discurso antipolítico. Desde la política sí se pueden hacer cosas. Se trata de que la ciudadanía recupere el control de hacia dónde queremos ir”. Pero también reconoce que hay que “reivindicar más democracia en un sector muy condicionado por intereses y lobbys. La prueba es que dos expresidentes de gobierno son asesores de dos grandes eléctricas. Y parece que Miguel Sebastián lleva el mismo camino. ¿Tendrán algo que ver sus últimas actuaciones en torno a las renovables?”, se pregunta. Por si había pocas dudas, Alfonso Sopeña, de UPyD, piensa “que en España nos existe política energética desde hace muchos años”. Un discurso habitual en García Breva.
Siempre las nucleares
De entre todos los temas posibles que cabe abordar en política energética las centrales nucleares siguen ocupando un puesto fundamental en los debates y las propuestas. Que si las cerramos, que si a los 40 años, que si cuando lo diga el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). “Nada de dejar este debate en manos del CSN –replica Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático–. Porque decidir qué hacemos con las nucleares no es algo neutro, ni ambiental ni socialmente”.
Según Sopeña, de UPyD, “España es un país nuclear por decisión de los gobiernos de Franco y tenemos que cumplir todos nuestros compromisos. Nos parece lamentable el retraso en la construcción del almacén nuclear. Y los residuos nucleares existen, son nuestros”. López de Uralde discrepa: “los residuos nucleares no son nuestros, son de las empresas que los han producido”.
Pero las nucleares, con ser estrellas no son ya las protagonistas únicas y ahora dejan paso a otros asuntos claves como las renovables y el ahorro. Todos los partidos, sin excepción, hablan de la necesidad de potenciar su desarrollo pero hay infinitos matices que se perciben más en los comentarios de sus portavoces que en los enunciados de los programas. Para la popular Teresa de Lara, por ejemplo, ese apoyo pasa por “tener en cuenta los costes de cada tecnología, renovable o convencional”, y porque sirvan para lo más urgente, que en estos momentos es la creación de empleo.
José Ramón Beloki, del PNV, responde: “no nos engañemos. Hacen falta ayudas económicas. Hay que reconciliar el coste y el potencial”. Gustavo Nombela, de la Fundación Ideas, ligada al PSOE, afirma con rotundidad que “el apoyo a las renovables no es un gasto, es una inversión”. “A ver si escuchan esto por el Paseo de la Castellana (donde se encuentra la sede del Ministerio de Industria)”, apunta raudo nuestro articulista Sergio de Otto, que moderaba un debate en la Conferencia Solar Internacional organizada por Solarpraxis. Nombela piensa que “en el horizonte 2050 se puede ir a un modelo 100% renovables en el sistema eléctrico con una alto porcentaje de tecnología fotovoltaica, y donde la hibridación de las termosolares con biomasa puede ser clave”. Pero para eso se necesita estabilidad jurídica, y “modificar la regulación de las renovables constantemente, como ha sucedido, sólo sirve para cargarse el sector”, señala Manuel Silva, ex diputado de CiU y miembro del Consejo de Estado.
Lo relativo al funcionamiento del sistema eléctrico y la fijación de los precios también levanta pasiones. Según Teresa Ribera, “ha llegado el momento de pensar cómo funciona. Porque, ya lo recogía el Libro Blanco de la Generación Eléctrica en España de 2005, el escenario de unos pocos operadores con contadas tecnologías ha pasado a la historia y convendría distinguir entre la relación coste–beneficio de un ciclo combinado construido ya en el libre mercado y una concesión hidroeléctrica o nuclear de hace décadas”. Mucha miga.
Han dicho
– Alfredo Pérez Rubalcaba (PSOE): “La energía es la gran reforma pendiente”.
– Antoni Pico (CiU): “Nos preocupa la estabilidad del marco jurídico”.
– José Luis García (Greenpeace): “Todo el mundo empieza a pensar que esto de apostar por la eficiencia y por un modelo basado solo en renovables no es una majadería de Greenpeace”.
– Alberto Carbajo (Red Eléctrica de España): “Espero que las actuaciones retributivas sobre las renovables sean coyunturales porque de lo contrario será imposible cumplir los objetivos”.
– Teresa Ribera (PSOE): “Es urgente abordar el déficit de tarifa, que de manera injusta se ha imputado a las renovables”.
– José Miguel Unción (Comisión Nacional de la Energía): “En otros países los incentivos a las renovables han sido mucho mayores que aquí”.
– Manel Ferri (CCOO): “el principal problema energético de España es nuestra dependencia del petróleo”.
– Teresa de Lara (PP): “Tenemos que incentivar el desarrollo tecnológico de las renovables pero no hacer que lo paguen los ciudadanos”.
– Javier García Breva (Fundación Renovables): “El Gobierno se va a ir sin haber transpuesto ni un solo artículo de la Directiva de Renovables”.
– Juan López de Uralde (Equo): “Todo el mundo habla de apostar por un mix energético equilibrado. Y ese mix es el problema”.
– Manuel Silva (CiU): “Mantenemos la opción nuclear, una vez pasado el efecto Fukushima”.
– Gustavo Nombela (Fundación Ideas): “El apoyo a las renovables no es un gasto, es una inversión”.
– José Ramón Beloki (PNV): “Lo primero, pensar en una mayor eficiencia, sabiendo que la época de lo barato se fue”.
– Alfonso Sopeña (UPyD): “Kioto nos ha llevado a un aumento del 74% en el precio de la electricidad desde 2004”.
– Adolfo Barrena (IU): “Qué mas tiene que ocurrir para que los gobiernos, también el nuestro, sustituyan las nucleares por energías renovables”.
Propuestas de los partidos
PSOE– Elaborar un Libro Blanco sobre Energía.
– Promover el derecho a la generación energética, que permita a cualquier persona convertirse en productor de electricidad y que pueda vender los excedentes no autoconsumidos, y de esta forma promover la democratización de la energía y el cambio progresivo hacia un modelo de generación distribuida.
– Cierre gradual de las centrales nucleares, al finalizar su vida útil de 40 años. Desde 2013 a 2028 el parque nuclear español dejará de estar en servicio.
– Aprobar una ley de Ahorro y Eficiencia Energética, con particular énfasis en los sectores de transporte y vivienda.
– Obligatoriedad de Planes Municipales de Movilidad Sostenible.
– Aprobar una Ley de Energías Renovables, crear un Fondo Estatal de Apoyo a las Energías Renovables y diseñar un Plan Estratégico para la Biomasa.
– Establecer un canon sobre las tecnologías maduras ya amortizadas, como la hidroeléctrica y la nuclear, para financiar las actuales energías renovables.
– Revisar la regulación del sector eléctrico para resolver el problema del déficit tarifario.
– Favorecer la adquisición de aparatos eléctricos con un menor consumo.
– Establecer un sistema de señales de discriminación horaria para identificar
los periodos punta y valle de demanda eléctrica.
PP– Mantener un mix energético equilibrado y competitivo, sin renunciar a ninguna fuente de producción de energía, tampoco a la nuclear.
– Reducir la dependencia energética del exterior.
– Garantizar mercados abiertos y competitivos.
– Apostar por las energías renovables, en el marco de los objetivos marcados por la Unión Europea. Y apoyarlas especialmente cuando se encaminen a la creación de empleo.
– Establecer planes de ahorro y eficiencia energética.
– Remediar los incumplimientos por España de los compromisos internacionales en materia de emisiones fijados en Kioto que obligan, además, a destinar miles de millones de euros a la compra de derechos de emisión de CO2.
– Apoyar la I+D+i para el desarrollo de tecnologías más avanzadas y eficientes, de baja intensidad en carbono, y la captura y almacenamiento de CO2.
IU– Potenciar la generación distribuida, la producción cerca del consumo, las redes inteligentes de distribución y las microrredes de ámbito municipal y comarcal.
– Reclamar un calendario de cierre de todas las centrales nucleares.
– Elaborar un plan energético que, en el plazo de 10 años, sustituya las nucleares por energías renovables, generadoras de empleo local y garantía de energía autóctona como alternativa a la dependencia energética.
– Exigir un plan estatal que promueva las pequeñas instalaciones fotovoltaicas y mini eólicas que, además, tengan asegurada una retribución adecuada, con trámites administrativos reducidos y primando el autoconsumo basado en instalaciones de renovables.
– No deben existir cupos que limiten el número de instalaciones fotovoltaicas.
– Exigir el compromiso de las administraciones públicas para obligar a la instalación de paneles para el aprovechamiento de la energía solar en tejados, espacios y lugares públicos.
– Compromiso de producir, en el horizonte del año 2020, el 70% de la electricidad con renovables.
CiU– Aprobar una Ley de Ahorro y Eficiencia Energética.
– Defender la seguridad jurídica y la estabilidad del sistema energético, especialmente de las renovables.
– Reclamar el cumplimiento de los objetivos europeos del 20–20–20.
– Exigir las pruebas de estrés más exigentes a las centrales nucleares.
– Eliminar el déficit tarifario en 2013, modificando el sistema de fijación de precios de la electricidad.
– Apoyar las redes inteligentes y el uso de vehículos eléctricos.
– Cumplir los compromisos internacionales de reducción de gases de efecto invernadero y promover un incremento de los objetivos de reducción que llegue al 30% en 2020.
– Promover una Ley de Cambio Climático.
– Promover una revisión de toda la normativa, en especial la fiscal sobre los productos energéticos, en beneficio de la sostenibilidad, el clima y la lucha contra la contaminación urbana.
– Velar por la correcta aplicación del Código Técnico de la Edificación, en el marco de programas de rehabilitación de viviendas.
– Promover la arquitectura bioclimática.
– Potenciar el transporte de mercancías por ferrocarril y por mar.
– Impulsar el transporte colectivo y el uso de biocarburantes de segunda generación.
PNV– Cumplimiento estricto del Protocolo de Kioto. Promover iniciativas que incidan en la reducción de emisiones en ámbitos como transportes, industrial y residencial.
– Apuesta por las energías renovables a la par que por ir configurando y participando en el marco europeo en un mix energético menos dependiente del exterior.
– Reclamación de planes de ahorro y eficiencia energética con objetivos más ambiciosos. Fomento de la cogeneración, sobre todo en el sector terciario.
– Apuesta por un mercado común energético europeo y seguimiento del cumplimiento de los objetivos establecidos en Europa.
– Cumplimiento del objetivo de potenciación de las interconexiones transfronterizas.
– Transparencia, competencia y estabilidad en el mercado energético. Exigencia de un marco regulatorio energético estatal estable y predecible, no sujeto a arbitrariedades ni a improvisaciones ni a intereses coyunturales más o menos particulares. Competencia real en los sectores de gas y electricidad. Máxima transparencia en las operaciones del mercado energético.
– Fiscalidad verde como instrumento para promocionar tecnologías limpias y penalizar tecnologías contaminantes.
UPyD– Elaborar un Plan Energético Nacional, integrado en el contexto europeo.
– Máximo desarrollo de las políticas de eficiencia energética y ahorro.
– Potenciar el desarrollo de las energías limpias y la transición a un modelo de economía bajo en carbono, disminuyendo la importación de combustibles fósiles.
– Revisión de las subvenciones a las renovables considerando la amortización
de la instalación y salida progresiva al mercado libre. Los costes de las renovables
deberán ser compartidos por todos los sectores energéticos.
– Fomento de la microgeneración
– Mantenimiento de la energía nuclear instalada y apertura de un debate transparente,
objetivo y riguroso sobre el riesgo y coste de este tipo de energía.
– Establecer un sistema de formación de precios de la energía claro y transparente.
– Cese de subvenciones a la minería del carbón y cierre de las explotaciones no
eficientes.
– Mejora y renovación de la red de distribución eléctrica para una integración eficiente
de las renovables y el despliegue de las redes inteligentes.
– Incrementar las interconexiones de gas y electricidad con el resto de Europa.
– Exención de tasas a los vehículos híbridos de bajo consumo y eléctricos.
EQUO– Promulgar Ley de Ahorro, Eficiencia Energética y Energías Renovables con objetivos escalonados hasta Renovables 100% en 2030.
– Establecer un plan de I+D+i a nivel nacional de renovables, ahorro y eficiencia.
– Implementar un Plan de cierre de las centrales nucleares, para su cierre total en 2020. Moratoria de cementerios nucleares hasta comenzar la implementación del cierre.
– Adaptación de la Ley de Propiedad Horizontal, con plazo para el desarrollo de ordenanzas municipales que faciliten la implementación de energías renovables y sistemas de ahorro y eficiencia en las Comunidades de Propietarios.
– Eliminación progresiva de todas las subvenciones, directas e indirectas, a los combustibles fósiles y la energía nuclear.
– Proponer una Ley de Cambio Climático con objetivos de reducción de emisiones más ambiciosos que el Protocolo de Kioto. Incentivar los sumideros naturales para la captura de CO2.
– Impulsar un Plan Nacional de Rehabilitación Energética de edificaciones.
– Prohibición de las prospecciones de petróleo en el litoral, tanto para investigación como para extracción.
– Garantizar la generación energética y la adquisición de energía renovable a los pequeños generadores a precio tasado por el gobierno.