El fallo llega a raíz de la demanda interpuesta por 165 miembros de comunidades afectadas, y señala que dos de las mayores zonas de conservación creadas por la organización Northern Rangelands Trust (NRT) se han establecido de forma inconstitucional y carecen de fundamento jurídico, de acuerdo con Survival Intermational. El tribunal también ha dictaminado que los guardaparques de NRT, fuertemente armados y acusados de graves y reiterados abusos contra los derechos humanos de los indígenas de la región, deben abandonar estas zonas de conservación.
Una de las dos zonas de conservación implicadas en el caso, conocida como Biliqo Bulesa, aporta aproximadamente una quinta parte de los créditos de carbono del polémico proyecto de NRT para vender créditos de carbono a empresas occidentales, como Meta, Netflix y British Airways, entre otras.
De acuerdo con Survival, la sentencia podría ser aplicable también a cerca de la mitad de las otras zonas de conservación implicadas en el proyecto de compensación de carbono, ya que comparten la misma situación legal, aunque no formen parte de la demanda.“Esto significa que todo el proyecto, con el que NRT ya ha ganado millones de dólares (se desconoce la cantidad exacta porque la organización no publica sus cuentas financieras), está ahora en peligro”, afirman desde la ONG.
Aunque la demanda se presentó por primera vez en 2021, el Tribunal de Medio Ambiente y Tierras de Isiolo no ha dictado sentencia hasta hace poco. La cuestión legal en el centro de este caso fue calificada como “Carbono de sangre” por Survival International, que también cuestionaba el fundamento mismo del proyecto de compensación de carbono de NRT: su afirmación de que, al controlar las actividades del ganado de los pastores indígenas, aumentaba la vegetación de la zona y, por tanto, la cantidad de carbono almacenado en el suelo.
El varapalo asestado por la sentencia supone también un revés para Verra, organismo que verifica los proyectos de créditos de carbono y que había validado el proyecto.