Un año, cuatro paradas (y más incidencias registradas que en ninguna otra central nuclear de España, según los datos del CSN). Vandellós I, el otro reactor instalado en ese municipio tarraconense, sufrió un incendio en 1989, que derivó en su cierre (veinte años después de aquel incidente, el más grave de la histora nuclear española, continúan allí por cierto las obras de desmantelamiento). Vandellós II no ha padecido afortunadamente problemas tan graves como el que condujo al cierre de su hermana, pero lleva un año 2018 absolutamente nefasto. De hecho, su producción ha caído en 2018, con respecto a la registrada el año pasado, más de un 40%.
Vandellós II, que es propiedad de Endesa (72%) e Iberdrola (28%), comenzó a operar comercialmente el 8 de marzo de 1988, es decir, que acaba de cumplir treinta años. La central tiene una potencia de 1.087 megavatios y, durante 2017, produjo (energía eléctrica bruta) 9.365,91 gigavatios hora (GWh). La producción de 2018, sin embargo, es muy menor, pues la central ha pasado, entre unas cosas y otras, casi cinco meses parada. Según el Foro Nuclear, que se define como "asociación empresarial defiende la continuidad de las centrales nucleares y el impulso del sector nuclear", Vandellós II ha producido, en los primeros nueve meses del año, 3.981,5 GWh.
Historial 2018
La primera de las paradas que ha sufrido este año Vandellós II tuvo lugar el pasado 2 de marzo. ¿Motivo? "Pequeño aumento de caudal del agua recogida en los sumideros del edificio de contención". ¿Objetivo de la parada? "Llevar a cabo las actuaciones que permitan identificar el origen de este goteo y descartar que procede de la barrera de presión". El 12 de mayo la central comienza con su proceso de recarga (desde el 2 de marzo y hasta el 12 de mayo ha estado parada). El proceso de recarga, que suele durar entre 39 y 51 días, se prolongará en esta ocasión hasta más allá de los dos meses (ha durado 69 días, concretamente).
Durante el proceso de recarga, además, Vandellós II sufre un incendio. Sucede el 3 de junio. Según la nota de prensa difundida por los propietarios de la instalación (Endesa e Iberdrola), Vandellós II ha comunicado al Consejo de Seguridad Nuclear que, "a las 8.35 horas de hoy se ha producido un incendio de corta duración [más de diez minutos] en un armario eléctrico situado en una sala contigua a la del generador diésel B, mientras éste estaba en fase de pruebas". Por fin, el 20 de julio, pasadas las diez de la noche, Vandellós, una vez recargada y aparentemente superadas todas las incidencias, vuelve a ser conectada a la red eléctrica.
Apenas unas horas después, el día 21, los propietarios de la instalación (Endesa e Iberdrola) informan sobre otra incidencia. Según la nota que difunden, "durante una vigilancia periódica de los parámetros de Sala de Control efectuada el día 21 de julio, con la planta en proceso de arranque tras la finalización de la 22ª Recarga de Combustible, se detectó una desviación superior al 5% en una de las indicaciones de flujo neutrónico de rango extendido". Por fin, el 24 de julio, Vandellós notifica al Consejo de Seguridad Nuclear que "a las 12.00 horas se ha iniciado la secuencia de parada para intervenir en uno de los canales de instrumentación de flujo neutrónico de rango extendido"
Tras esa parada, Vandellós reinicia su actividad y ha estado operando hasta ayer
Y en la tarde de ayer, y según el comunicado difundido a las 17.47 horas por el CSN, "el titular de la central nuclear de Vandellós II (Tarragona) ha comunicado al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), siguiendo el procedimiento reglamentario, que ha iniciado una parada no programada del reactor para identificar el origen de una fuga detectada en el sistema de refrigeración del mismo". El titular ha iniciado la secuencia de parada -informa el CSN- para alcanzar el modo 3 (espera caliente), de manera que se den las condiciones adecuadas para realizar las acciones necesarias que permitan identificar el origen de la fuga y, en función del mismo, determinar las acciones subsiguientes.
