Las infraestructuras comunes de evacuación son las que permiten la distribución eficiente de la energía generada desde las plantas de producción hasta los puntos de consumo o la red eléctrica general, "infraestructuras fundamentales -explican desde Texla- para maximizar la disponibilidad y la eficiencia de la entrega de energía, reduciendo las pérdidas y asegurando que la energía renovable generada pueda ser aprovechada al máximo". La gestión de activos -actividad en la que está especializada Texla- pasa por ser una de las fases cruciales de cualquier proyecto de energía renovable. "La capacidad para optimizar el rendimiento y prolongar la vida de los equipos -apuntan desde la ingeniería sevillana- se traduce directamente en una mayor eficiencia, disponibilidad y rentabilidad de las instalaciones de energía renovable". A día de hoy, Texla, que cumple en 2024 quince años de actividad, gestiona 20 proyectos que evacúan al sistema más de ocho gigavatios de potencia (8.000 megavatios, MW), distribuidos en 2.800 eólicos, 250 termosolares y más de 5.200 MW de plantas fotovoltaicas. La empresa presume de haber registrado "más del 99% de disponibilidad de todas las instalaciones que gestiona a día de hoy".
Francisco Javier Barcos, responsable de la división de Explotación en Texla Energías Renovables: "Texla ha registrado un notable incremento del 800% en la gestión de proyectos desde 2010 hasta 2024, reforzando su rol como operador clave en el sector. La experiencia de todo nuestro equipo en todas las fases de un proyecto de energía renovable, tanto en fase de diseño, construcción y los 15 años que llevamos en la fase de explotación, han hecho que ese conocimiento exhaustivo de todas las fases del proyecto sea fundamental para poder tomar las decisiones correctas desde el punto de vista de la gestión de activos. Pero otro punto importante es la formación del personal y en Texla tenemos un equipo muy acreditado en la fase de explotación de infraestructuras, lo que genera diferencias notables con respecto a otras empresas”
En el ciclo de vida de un proyecto -recuerdan desde Texla-, la fase de explotación de una central de producción de energías renovables es mucho más larga que la de planteamiento, desarrollo o diseño. “En un proyecto típico, con una duración de 25 a 30 años, aproximadamente el 90% de ese periodo -destaca Barcos- corresponde a la fase de explotación, fase crítica durante la que el servicio de gestión de activos se vuelve fundamental, ya que es esencial que se realice de manera correcta y profesional para garantizar la operatividad continua del proyecto conforme a sus requerimientos”.
Credenciales
Según reza su perfil corporativo, Texla Renovables es una empresa especializada en la implementación de "soluciones energéticas sostenibles e innovadoras, siendo expertos en energía solar, eólica, biomasa e hidroeléctrica". Con oficinas en Sevilla, Cádiz, León y Zaragoza, Texla desarrolla proyectos greenfield (a partir de cero) y brownfield (maduros), gestiona activos y lleva la puesta en servicio e ingeniería de la propiedad de una gran variedad de proyectos por todo el territorio nacional.
La compañía opera también en el negocio del hidrógeno. Así, acaba de anunciar un acuerdo con la escocesa Renewco Power "para impulsar plantas de electrolisis en el sur de España hasta el año 2027". El primer proyecto se desarrollará en la provincia de Cádiz e incluye un electrolizador de 60 MW y una planta solar fotovoltaica de 150 MW, junto a un sistema de almacenamiento de energía en baterías de 50/100 MWh.