Las renovables tendrán que asumir más impuestos. Durante varios años han sido las únicas que han tenido que pagar el pato de las reformas acometidas por los gobiernos de PSOE y PP, incluidas medidas retroactivas. Mañana se aprobará en Consejo de Ministros una serie de medidas fiscales, que se tramitarán mediante un proyecto de ley, que afectará a todas las tecnología, incluidas las convencionales. Pero ya se sabe que mal de muchos es consuelo de tontos.
El régimen especial (renovables y cogeneración) tendrá que asumir nuevos impuestos que suman 1.180 millones de euros. El plan distingue entre energías gestionables, como la biomasa, la minihidráulica y la termosolar, y no gestionables, donde aparecen la eólica y la fotovoltaica. Los tipos impositivos, que se aplican sobre los megavatios hora producidos y facturados, cambian en función de las tecnologías. El más alto es para la fotovoltaica, del 19%. Le sigue la termosolar, con el 13% y la eólica, con el 11%. El Gobierno espera recaudar 400 millones con la eólica y 550 con la fotovoltaica.
El régimen ordinario pagara en todos los casos un impuesto del 4%. Pero las nucleares y las hidroeléctricas tendrán una tasa adicional de 10 y 15 euros respectivamente por MWh facturado. La intención es recaudar 550 millones con las nucleares y 400 con la gran hidráulica. “A cambio, se alargan las concesiones de explotación tanto para las nucleares, como es el caso de Garoña, como para las hidroeléctricas”, dijo ayer el ministro Soria, incidiendo siempre en que el principal problema a atajar es el déficit de tarifa. “A partir de 2005, con el incremento de la instalación de renovables, se disparó el déficit porque las primas no se ha adecuado al desarrollo de las tecnologías”.
El Ministerio pretende recaudar en total unos 6.800 millones de euros, ya que también hay un recargo para los hidrocarburos gaseosos (1.150 millones) y esperar recaudar otros 900 millones con las subastas de los derechos de emisión a partir de 2013. Los Presupuestos del Estado asumirán cada año 2.100 millones de euros del déficit de tarifa titulizable con el aval del Estado que, por tanto, pasará a ser considerado déficit público.
“El Debate” en TVE dejó algunas perlas como la pregunta que le hizo al ministro el periodista Fernando Ónega: “¿va a abandonar el gobierno una energía nuestra como el carbón cuando la alternativa es seguir pendientes de los caprichos del viento o la sequía?”. En referencia a las renovables nadie habló de energías limpias y autóctonas, de desarrollo tecnológico, de exportaciones. Definitivamente, las renovables están perdiendo la batalla de la comunicación. Si es que no está ya perdida.