El método desarrollado por Alperen permite también aprovechar la energía del aire o de un gas presurizados para generar más energía de la que aportan estas fuentes, transfiriéndola mediante líneas como tuberías sin perder los valores de la presión de entrada y salida del sistema.
“Todo líquido, aire y gas presurizados tienen un potencial energético utilizable”, señala el investigador turco en su página web. “En los sistemas actuales, la energía utilizada para aumentar la presión en la entrada se desaprovecha. Gracias a esta invención, este potencial se convierte en energía utilizable, al mantenerse en el mismo rango la presión en la entrada y la salida”.
El principio de funcionamiento del invento es el siguiente: para generar energía mecánica, se inyecta agua, gas o aire presurizados a fin de mover la turbina del sistema, cuyas aspas están orientadas de una determinada manera. Así se activa el eje de la turbina, se alimentan el generador y alternador del sistema y se transfiere energía a la salida, pero sin perder la fuerza de presión de presión en la entrada ya que la cámara se mantiene en todo momento cerrada.
De acuerdo con Carlos Belmonte, de Energium, empresa que colabora con Alperen en la comercialización del invento en España y Latino América, “esta información está a disposición de muchas fundaciones, ayuntamientos, fabricantes, operadores, inversores, clientes finales… y esperamos que en poco tiempo podamos anunciar su existencia el mundo, con lo que incorporaremos una alternativa barata, limpia, distribuida, gestionable y renovable de generar energía”.
Expertos consultados por Energías Renovables creen, no obstante, que no es correcto presuponer que se pueda generar más energía que la que se consume. Advierten que en el sistema diseñado por Alperen habrá pérdidas de energía en forma de calor (el líquido se calienta al comprimirse) o por rozamientos mecánicos (en la turbina) por lo que no creen que se trate de un sistema puro en el que no existan pérdidas.