Si bien no es la primera vez que se realiza una presentación musical en la Antártida –posiblemente la más famosa y pionera sea la de León Gieco en la también argentina Base Marambio en 2000–, esta tiene varias particularidades.
Una es que para evitar la contaminación auditiva en una zona como la Antártida, tanto las 150 personas del público (ganadores de un concurso de una gaseosa e integrantes de las bases antárticas cercanas) como músicos y asistentes, que se reunieron para el show bajo un domo transparente de 12 metros de diámetro y seis de altura, escucharon todo por auriculares.
Pero tal vez lo más relevante haya sido la utilización de equipos electrógenos basados en energías renovables para abastecer los equipos de amplificación, provistos por la empresa Entropía Argentina, la misma que ya aquilata experiencia en ese tipo de eventos, tal como informáramos en octubre pasado.
Según pudo saber amERica, no fue fácil llegar con los equipos hasta "el fin del mundo". De hecho, dos de los seis paneles fotovoltaicos quedaron inutilizados durante la travesía en barco por el Pasaje de Drake, con una tormenta que generaba olas de 10 metros.
Finalmente, en el helipuerto de la base Carlini, con el blanco horizonte y testigos sumados por los habitantes habituales de la fauna antártica, Mettalica, tal como afirmaron sus integrantes, hizo historia. Puede verse el concierto completo aquí.