El estudio, publicado esta semana en la revista Nature Sustainability y del que informa Madri+d, señala que la fabricación de papel nuevo a partir de árboles consume más energía que el reciclaje, pero ésta procede del llamado ‘licor negro’ -un subproducto bajo en carbono que se obtiene en el proceso de fabricación de pasta de madera (celulosa)-, mientras que el reciclaje depende de los combustibles fósiles y la electricidad.
Mediante estudios de modelización, los investigadores descubrieron que la modernización de los vertederos, mediante la captura de las emisiones de metano y su utilización como energía, tiene efectos positivos, pero no tan profundos como obtener papel reciclado utilizando fuentes las energías renovables.
"El reciclaje de algunos materiales, por ejemplo los metales, puede conducir a una gran reducción de las emisiones. Pero hay que ser cuidadosos con las suposiciones de que el reciclaje, o la economía circular en general, siempre tiene efectos positivos en el cambio climático”, advierte Paul Ekins, de la UCL.
Tras examinar diferentes niveles de reciclaje, tipos de energía renovable y las prácticas de vertederos más respetuosas con el medio ambiente, el estudio concluye que conjuntamente ayudarían a reducir las emisiones y a evitar un aumento de la temperatura de 2 grados para 2050. Por el contrario, según sus cálculos, si se mantienen las tendencias actuales, las emisiones aumentarán ligeramente desde el nivel de 2012 (721 toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente en un año) hasta 736 toneladas métricas en 2050.
Además, si los vertederos y los usos de la energía permanecieran como ahora, las emisiones subirían en un 10% (hasta 808 toneladas métricas). Modernizar las prácticas de los vertederos reduciría las emisiones a 591 toneladas métricas, mientras que el cambio a energías renovables, con el reciclado y las prácticas de los vertederos con un nivel de producción como el de ahora, rebajaría las emisiones considerablemente más: un 96%, dejándolas en 28 toneladas.
El estudio recuerda que la industria del papel supuso el 1,3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero en 2012, y cerca de un tercio de esas emisiones procedía de la eliminación de papel en los vertederos. En los próximos años, el uso de papel probablemente aumentará, en parte gracias a una mayor demanda de envases de este material en detrimento del plástico.