"Este tipo de proyectos extractivos, lejos de luchar contra la despoblación, amenazan con dejar la zona degradada medioambiental, paisajística y económicamente cuando finalice su actividad dentro de 20 años”, sostiene Idoia Villanueva, que alerta además sobre el riesgo de contaminación salina de cauces y acuíferos que llegará de la mano de la explotación minera de potasa. La historia es tal y como sigue: el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico y las administraciones de Navarra y Aragón han dado luz verde a principios de julio al proyecto de Mina Muga, la mayor explotación minera subterránea de España y la tercera del sector. La aprobación se ha producido -explican desde Unidas Podemos- pese a la alerta enviada por el Ministerio de Agenda 2030, solicitando la paralización de la autorización a la espera de una evaluación ambiental actualizada y con un proceso de participación pública.
La mina abarcará 1.700 hectáreas y tendrá galerías de hasta 600 metros de profundidad. De ella se extraerá potasa, un elemento usado para producir fertilizantes. La explotación estará a un kilómetro y medio del pantano de Yesa, el mayor embalse del Pirineo, cuya presa se apoya sobre una falla y cuyo polémico recrecimiento lleva años alentando un acalorado debate público sobre su seguridad. El visto bueno a Mina Muga llega siete años después de que la empresa Geoalcali, filial de la australiana Highfield Resources, iniciase los trámites para poner en marcha el proyecto. Desde entonces, plataformas ciudadanas y ecologistas han alertado de sus riesgos geológicos (sismicidad y posible hundimiento de tierras). Según denuncian, estos factores no han sido debidamente tenidos en cuenta en los estudios de impacto ambiental y seguridad.
A todo ello -apuntan desde Unidas Podemos- se suma la potencial despoblación de la zona por la degradación del territorio.
Escrito a la Comisión Europea
Pues bien, en ese marco, la eurodiputada Idoia Villanueva se ha dirigido a la Comisión Europea para plantear sus dudas sobre la compatibilidad de Mina Muga con los objetivos de la transición verde.
Idoia Villanueva, eurodiputada por Unidas Podemos: “el proyecto choca de frente con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y con las líneas estratégicas del Pacto Verde Europeo. Además de los potenciales riesgos geológicos hay otra serie de peligros medioambientales. La generación de cuatro millones de toneladas de residuos cada año puede provocar la contaminación salina de cauces y acuíferos, el enorme consumo de agua de la explotación es equiparable al suministro anual de una ciudad de 165.000 habitantes y el transporte de materiales [con más de 100.000 camiones pesados al año] tendrá un gran impacto en las emisiones y el territorio”
Por otra parte -apuntan desde Podemos-, el uso de la potasa choca directamente con uno de los cuatro ejes de la Estrategia De la Granja a la Mesa, una de las directivas que se desarrollan dentro del Pacto Verde. Se trata del objetivo de reducción de plaguicidas y fertilizantes con potasa en un 30%. La eurodiputada de Podemos ha preguntado a la Comisión si considera que, teniendo en cuenta todos estos impactos, la explotación estaría en línea con la estrategia verde europea. "Este tipo de proyectos extractivos, lejos de luchar contra la despoblación, amenazan -según Villanueva- con dejar la zona degradada medioambiental, paisajística y económicamente cuando finalice su actividad dentro de 20 años”.
Frente a estos modelos de desarrollo insostenible, la eurodiputada plantea la necesidad de desarrollar políticas más exigentes contra la emergencia climática.
La eurodiputada considera que es importante llevar a cabo procesos participativos antes de impulsar grandes desarrollos vinculados al Pacto Verde y controlar de cerca la puesta en marcha de proyectos sostenibles sobre el papel pero que en la práctica ponen en peligro los ecosistemas y los recursos de la zona. Es lo que está sucediendo, por ejemplo, con el desarrollo de nuevos parques eólicos cuyos estudios de impacto ambiental -apunta Villanueva- “se están partiendo en trocitos para que parezca que el proyecto no tiene impacto; necesitamos realizar una transición energética con garantías, no nuevos pelotazos vestidos de verde”, ha añadido la eurodiputada.
Esta es la "pregunta con solicitud de respuesta escrita" que ha dirigido la eurodiputada a la Comisión Europea
Sobre el proyecto Mina Muga para construir una mina de potasa entre Navarra y Aragón Mina Muga es un proyecto que impulsa Geoalcali, filial de la empresa australiana Higfield Resources, para construir una mina de potasa entre Navarra-Aragón. Esta será la mayor explotación minera subterránea de España. Distintas asociaciones e informes han denunciado riesgos geológicos de sismicidad que han sido obviados en los estudios de impacto ambiental y de seguridad realizados por la cercanía al Pantano de Yesa. Se estima que generará cuatro millones de toneladas anuales de residuos y que contaminará de salina cauces y acuíferos. Generará gran cantidad de emisiones por el transporte pesado necesario, unos 102.500 camiones al año, y consumirá una cantidad de agua equivalente al suministro para 165.000 habitantes. Paralelamente, la estrategia De la Granja a la Mesa propone reducir un 30% los fertilizantes, algo que contradice la extracción de potasa. A los problemas de seguridad se suma la potencial despoblación de la zona por la clara degradación del territorio.
- ¿Considera la Comisión que estas explotaciones están en línea con la estrategia europea? ¿Cúal es esa estrategia al respecto?
- ¿Cómo recomienda la Comisión que los impactos eviten un caso de reiterado incumplimiento de la normativa medioambiental, como ocurrió con las minas de Súria y Sallent?
La eurodiputada por Unidas Podemos Idoia Villanueva Ruiz pertenece al Grupo Confederal de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica