Los plazos de los contratos serán de 20 a 25 años, excepto para las centrales eléctricas virtuales, cuyos plazos serán de 10 a 25 años, según ha informado la eléctrica AEE, proveedor de energía para 1,5 millones de clientes de Puerto Rico. La compañía, que actualmente genera el 70% de su electricidad, añade que “busca recursos energéticos que puedan alcanzar la operación comercial en no más de 24 meses a partir de la fecha en que el proponente seleccionado ejecute un contrato, con preferencia a aquellas propuestas que puedan alcanzar la operación comercial en un plazo más corto”.
El Negociado de Energía de Puerto Rico (NEPR) ha aprobado hasta el momento 336 proyectos para la renovación de los sistemas de generación y distribución de electricidad en la isla, si bien, este es solo uno de los pasos que hay que completar para llevar las propuestas a la realidad, según explicó recientemente el presidente de NEPR, Edison Avilés, ante la Comisión de Hacienda del Senado.
Ante la misma Comisión, el director ejecutivo de la AEE, Josué Colón, describió el proceso que hay que completar para hacer realidad cada proyecto, calificándolo de “tortuoso” y que conduce a que se pueden demorar muchos más meses de los inicialmente estimados.
En estos momentos, el petróleo genera el 47.4% de la electricidad en Puerto Rico, seguido por el 33% generado por gas, y alrededor de 16% por carbón. Sin embargo, el país tiene abundantes recursos energéticos renovables, de momento infrautilizados. Por ejemplo, un estudio realizado en 2016 por la Universidad de Puerto Rico, establece que con la infraestructura adecuada y a un costo anual que no supera los $300 millones, el 75% de las casas de la isla podrían cubrir sus necesidades con energía solar.
La Ley de Política Pública Energética de Puerto Rico, aprobada en 2019, establece el objetivo de que en el año 2025 el 40 % de la energía que se produzca localmente sea renovable, y abandonar totalmente el uso del petróleo y el carbón para 2050.