La Comisión Europea quiere reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55% de aquí a 2030 (-55% en comparación con los niveles de 1990). Es una propuesta que impulsa la presidenta Ursula Von der Leyen desde hace unas semanas, y que eleva en quince puntos el listón anterior (-40%, compromiso adquirido por la Unión en 2014). En realidad, la Unión Europea en su conjunto emitió en 2018 un 74,8% de lo emitido 28 años antes, en el año base: 1990. O, lo que es lo mismo, que la Unión emitió en 2018 un -25,2% de lo que había emitido en 1990. Así, a la Unión Europea de Von der Leyen y compañía le quedarían por reducir (y le quedan) otros casi 30 puntos (hasta alcanzar ese -55%). España, en cambio, en el mismo período (1990-2018), ha incrementado sus emisiones de gases de efecto invernadero un 15,5%. O sea, que en 2018 el listón de los gases de efecto invernadero (y debido a ese +15,5%) andaba en España a la altura del 115,5% (con respecto al registro de 1990). De modo que la reducción del 23% que ahora proponen los grupos parlamentarios socialista y de Unidas Podemos-En Común Podem-Galicia En Común (-23% con respecto a 1990) es en realidad un -38,5%, habida cuenta de ese incremento de 15,5 puntos que nos anotamos cuando la Unión Europea ya estaba haciendo los deberes (y bajando sus malos humos) y nosotros no solo no los hacíamos sino que íbamos 15,5 puntos a peor. ¿Conclusión? UE: -29,8%; España: -38,5%. [Los datos referidos a 2018 son los últimos consolidados. Las fuentes son la Comisión Europea y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico].
Aparte de esa subida de la ambición climática, el Grupo Socialista y el Grupo Confederal Unidas Podemos-En Común Podem-Galicia En Común proponen en sus enmiendas elevar desde un 70 a un 74% la participación de la cuota renovable en el consumo de electricidad de aquí a 2030; elevar de un 35 a un 42% la cuota de participación de las energías limpias en el consumo final de energía 2030; y elevar de un 35 a un 39,5% la reducción del consumo de energía primaria en ese mismo horizonte temporal. Los grupos firmantes de la batería de enmiendas proponen, por otro lado, que los objetivos de la ley sólo puedan modificarse al alza, "para garantizar un aumento progresivo de la ambición".
Juantxo López de Uralde, diputado ecologista integrado en el Grupo de Unidas Podemos y Presidente de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico: “la Ley de Cambio Climático debe ser una herramienta fundamental para avanzar contra la emergencia climática. Haremos todos los esfuerzos políticos para que la Ley sea lo más ambiciosa y eficaz posible. Queremos que combine la máxima ambición, con la capacidad de establecer una hoja de ruta realista que impulse la transición energética en España”
Unidas Podemos destaca además
• la "prohibición de la minería del uranio", que pone fin "a una de las actividades más contaminantes en nuestro país, y tan perjudiciales para el territorio en tantos puntos, especialmente en la España vaciada".
• el compromiso para una ley de movilidad sostenible, además de un artículo expresamente dedicado al fomento del transporte ferroviario;
• la introducción de la referencia al impacto de la dieta alimentaria sobre el cambio climático;
• o la protección de la biodiversidad.
Todas ellas son novedades introducidas también en las enmiendas registradas por los grupos Confederal y Socialista.