Una de las ideas más prometedoras para el almacenamiento de energía es utilizar el exceso de electricidad generada a partir de fuentes renovables para dividir el agua en oxígeno e hidrógeno. El hidrógeno tiene innumerables usos en la industria y podría emplearse para alimentar automóviles con pilas de combustible y en otras aplicaciones.
El problema es que, hasta ahora, el proceso de división del agua tiene un elevado coste debido a que muchos de los catalizadores empleados utilizan metales preciosos, generalmente platino o rutenio. Además, los métodos para descomponer el agua resuellen requerir también demasiada energía, o los materiales catalizadores necesarios se estropean demasiado pronto.
El equipo de la Universidad del Estado de Washington, a cuyo frente se encuentra el profesor Yuehe Lin, ha resuelto el problema utilizando niguel y hierro, dos metales disponibles en abundancia y baratos, con los que han creado una nanoespuma porosa que en las pruebas realizadas ha funcionado mejor que la mayoría de los catalizadores usados hasta ahora, incluidos los fabricados con metales preciosos.
Su trabajo ha sido publicado en el número de febrero de la revista Nano Energy, en donde los investigadores explican que el catalizador que han creado –similar a una diminuta esponja– genera el hidrógeno con menos energía que la requerida por otros catalizadores y durante más tiempo.
"Nuestro enfoque es muy simple y podría usarse fácilmente en la producción a gran escala", ha explicado Shaofang Fu, la estudiante que sintetizó el catalizador e hizo la mayoría de las pruebas de actividad. Los investigadores están buscando ahora apoyo adicional para ampliar su trabajo y realizar pruebas a gran escala.