Hoy lunes 12 de diciembre, la delegación de Podemos en el Parlamento Europeo ha firmado una carta y registrado una pregunta a la Comisión Europea para pedir que no se reduzcan los controles existentes para proteger la biodiversidad. Es lo que pretende la propuesta de reglamento para acelerar el despliegue de energías renovables, presentada por la Comisión a petición del Consejo Europeo, el pasado 9 de noviembre, y que modifica el régimen de la prohibición del deterioro de los ecosistemas. La propuesta se enmarca en la Directiva de Energías Renovables, que se debate mañana y se vota el próximo miércoles 14.
Contenido de la carta
En la carta, dirigida al vicepresidente de la Comisión Frans Timmermans y al comisario de medioambiente, Virginijus Sinkevičius, se piden soluciones para implantar las energías renovables sin poner en riesgo la biodiversidad y que cuenten con el Parlamento Europeo en este proceso. Sin duda, debemos impulsar de forma urgente la transición ecológica, una apuesta de futuro que ofrece una alternativa sostenible al uso de combustibles fósiles, para combatir el cambio climático y reducir nuestra dependencia energética. Precisamente, las consecuencias de la guerra en Ucrania sobre el precio de la energía y la crisis de inflación están directamente relacionadas con nuestra dependencia de los combustibles fósiles
A pesar de este análisis, la transición no es posible sin contar con territorios y sociedad civil, sin planificar y evaluar su impacto medioambiental, como señalan distintas organizaciones de la sociedad civil, como Plataforma Ciudadana para una Transición Ecológica Justa, la Fundación Nueva Cultura del Agua o la iniciativa Sin Excusa. Las políticas energéticas y medioambientales deben contar con el Parlamento como colegislador. De otro modo, la propuesta para "acelerar el despliegue de las energías renovables", presentada por la Comisión al Consejo, no se ajusta al Derecho de la UE.
La Unión Europea no puede afrontar los retos presentes y futuros pisoteando la democracia. El Parlamento es colegislador y la Comisión y el Consejo no pueden seguir ignorando su papel como único órgano legislativo elegido de la Unión Europea a la hora de elaborar políticas que afectan a la ciudadanía. De aprobarse, el reglamento supondría un ataque a la biodiversidad y al mundo rural, en lugar de estar al servicio de las personas que viven de la tierra, y comprometería los compromisos climáticos de la Unión.
"De interés público superior"
La actual normativa prohíbe deteriorar hábitats, especies, aguas superficiales y subterráneas y lugares de la red Natura 2000. Existen contadas y estrictas excepciones, como que los proyectos a los que se les permita deteriorar ecosistemas deben probar ser de "interés público superior". La propuesta de la Comisión establece que los proyectos para producir energías renovables serán considerados "de interés público superior" de forma generalizada, eximiendo a los promotores de acreditar dicho interés en cada caso, facilitando el deterioro de los ecosistemas a través de la ficción jurídica de presumir una realidad sin necesidad de demostrarla.
Pregunta de Idoia Villanueva Ruiz (Grupo Podemos Europa) a la Comisión
"¿Considera que el Reglamento transgrede los límites establecidos en las directivas de protección de la biodiversidad y los ecosistemas y los principios de control caso por caso y de cautela?"
"¿Cómo piensa asegurar la participación pública y de los territorios en la planificación y despliegue de renovables?
"¿Cómo va a evitar la especulación con los proyectos de renovables y que estos queden concentrados en manos del oligopolio de las grandes eléctricas?"
