Durante su comparecencia, Sánchez afirmó que “este Gobierno quiere mirar la economía desde una perspectiva ecológica viendo oportunidades donde otros ven amenazas”. Por ello, el Gobierno “se plantea tres grandes normativas al respecto que son: la aprobación de una Ley de Cambio Climático y Transición Energética, un Plan Nacional integrado de energía y clima, y un Plan integral de innovación tecnológica y desarrollo económico hacia la transición energética”, informra EFE Verde.
El presidente dijo que así lo exige España tras la amenaza evidente del cambio climático y el elevado nivel de emisiones de CO2 que se ha disparado en 2017 y ha crecido el 4,4 % respecto al 2016.
Pedro Sánchez subrayó que el Gobierno pretende impulsar esta transición ecológica y “ubicar a la sociedad civil en el centro de su labor, con medidas de autoconsumo energético y con la eliminación de trabas y barreras”. Se trata, aseguró, de una “revolución” para que los ciudadanos sean los agentes del cambio en esta transición energética.
Nueva cultura del agua
En relación al agua, el presidente dijo que desarrollarán nuevos planteamientos con una “política coherente”, porque España no puede seguir con la especulación de “ver si llueve” para tener agua, “como hizo el anterior Gobierno”, remarcó.
El agua es un “recurso finito”, aseveró y para conseguirla se necesita una nueva política, pero “hace falta consenso y una mirada a corto plazo”. Por ello, el Gobierno va a trabajar en “una nueva cultura del agua”, impulsando “los planes de sequía y ejecutando inversiones previstas financiadas con fondos europeos, y en las que en muchos casos hay retrasos acumulados que pueden suponer la devolución de esos fondos, con un problema tan evidente como el que tenemos de sequía y agua”.
Oportunidad para generar industria y empleo
Por su parte, el secretario de Estado de Energía, José Domínguez, se ha referido a la necesidad de defender la transición “justa” desde el carbón y la energía nuclear hacia las renovables, “aprovechando las oportunidades” para generar industria y empleo y “sin dejar atrás a las comarcas y personas que puedan ser más vulnerables”.
José Domínguez hizo estas declaraciones en la inauguración ayer en Santander del curso de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) “La energía del futuro en la nueva era digital”, que organiza la empresa energética Viesgo. El secretario de Estado destacó que la forma más barata de producir energía actualmente son las fuentes renovables y afirmó que la eólica y la fotovoltaica son “claramente competitivas”.
Domínguez advirtió que el conjunto de la generación del carbón en España “va a sufrir una transición rápida e importante” en los próximos años. "No puede ser de otra manera”, porque hay directivas europeas que se deben cumplir y que “van a ir conduciendo a una reducción progresiva en la generación de carbón en España”, recalcó.
Respecto a la ley de Cambio Climático y Transición Energética, dijo que prevén presentar el primer borrador antes de otoño para su remisión definitiva a las Cortes antes de final de 2018. También se impulsará el Plan Nacional de Energía y Clima, que deberá estar listo antes de final de año aunque, según Domínguez, lo que encontró el nuevo Gobierno sobre este tema fue “casi nada”.
Domínguez reiteró que “hay que pasar de las energías fósiles del siglo XIX a las renovables del siglo XXI”. “El cambio no es un castigo. Y en ese camino tenemos que participar y progresar todos”, enfatizó el secretario de Estado, que entiende que la transición debe ser una oportunidad para generar industria y empleo.
Se refirió, asimismo, a la necesidad de transformar la industria nuclear, advirtiendo, eso sí, que “esto no es algo que se haga en tres días. En tres días no se cierra una central nuclear”, señaló.