El incidente -informa Oceana- ha venido afectando gravemente a más de 17 playas, desde los municipios Ventanilla hasta Chancay, y a dos Áreas Naturales Protegidas: la Zona Reservada Ancón y los Islotes de Pescadores, perteneciente a la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, donde habitan especies como el pingüino de Humboldt y la nutria marina, ambas legalmente protegidas. La organización no gubernamental Oceana, que ha denunciado que el suceso no solo compromete la biodiversiad y la belleza paisajística sino también la actividad pesquera, ha calificado el incidente como "un desastre ambiental sin precedentes”. Oceana destaca además la responsabilidad de Repsol en lo sucedido: "desde Oceana Perú nos preguntamos cómo es posible que en medio de la alerta de tsunami a lo largo de toda la costa del Pacífico la empresa Repsol siguiera descargando combustible en el mar".
La oenegé denuncia además que "hasta cuatro días después del desastre ambiental no se tomaron las medidas necesarias para contenerlo, lo que provocó que este se siga extendiendo". Oceana recoge, en el comunicado que ha difundido hoy, "reportes de la zona" según los cuales se estuvo limpiando el petróleo "con recogedores, palas, carretillas, baldes, entre otras herramientas de alcance y efectividad limitados" y recalca que el país [por Perú ]desconoce todavía "cuál es el plan de contingencia, que debería estar llevándose a cabo con un cronograma de acciones de remediación precisas y cuantificables, y que, además, esté alineado a los estándares requeridos por la naturaleza de esta emergencia ambiental".
Aunque el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrito al Ministerio del Ambiente, ha ordenado una serie de medidas administrativas de inmediato cumplimiento para Repsol, como la identificación de las zonas afectadas, la contención y recuperación del petróleo, así como la segregación, almacenamiento, transporte y disposición final de los residuos, Oceana considera que "la remediación como tal no es posible, debido a que estas acciones no permiten la recuperación del ecosistema en el corto ni mediano plazo, sino que la misma queda en manos de la propia naturaleza y puede tomar muchos años".
La organización no gubernamental para la defensa de los océanos concluye su comunicado con un mensaje muy concreto: "nos oponemos a todo tipo de explotación de hidrocarburos en la plataforma continental y desalentamos el empleo de fuentes de energía no renovable que contribuyen al calentamiento global y afectan los océanos". Oceana considera además que La Marina del Perú "no ha respondido a sus funciones al no lanzar la alerta de tsunami por la erupción del volcán en Tonga" y exige por fin a Repsol que aclare "por qué habría continuado las operaciones de descarga de combustible si es que se detectó un mar anómalo, además de no poner en marcha acciones apropiadas para hacer frente a este hecho".
Oceana considera la extracción petrolera en el mar "una actividad de alto riesgo que compromete la actividad pesquera, que es pilar de seguridad alimentaria y laboral de los pescadores; la biodiversidad; y la belleza paisajística como base del turismo".
La oenegé exige por fin "transparencia" en lo que se refiere a los planes de contingencia: "a la fecha, estos no son públicos y tampoco se realizan simulacros ni actividades que nos preparen para enfrentar estos problemas. ¿Por qué arriesgar el futuro del mar peruano por un negocio que está de salida a nivel global?".
Oceana pasa por ser la mayor organización internacional de defensa dedicada en exclusiva a la conservación de los océanos. La oenegé "contribuye a restaurar océanos ricos y biodiversos al conseguir la adopción de políticas basadas en evidencia científica en países que controlan un tercio de las capturas de peces silvestres del mundo".
La organización no gubernamental ha llevado a cabo "más de 225 experiencias exitosas que han logrado detener la pesca excesiva, la destrucción de hábitats, la contaminación y la matanza de especies amenazadas como tortugas y tiburones". Un océano restaurado -explican desde Oceana- equivale a que mil millones de personas puedan disfrutar de una comida saludable a base de alimentos marinos, todos los días, para siempre.