“Kudura”, palabra en swahili cuyo significado es “poder para cambiar”, cuenta con una planta solar fotovoltaica e híbrida de biomasa, una planta de biogás y fertilizante orgánico, una estación de tratamiento de agua potable y una central que monitoriza el correcto funcionamiento de todas sus aplicaciones. Así pues, elementos como agua sucia, residuos agrícolas, energía solar y estiércol animal son tratados para convertirse en agua potable, electricidad, biogás y fertilizante orgánico para la comunidad.
Josep Miquel Torregrosa, Business Creation Officer de KIC InnoEnergy, afirma que “Kudura es un proyecto único que proporciona energía y agua en países en vías de desarrollo. Además, es un proyecto fácil de implantar en todos los territorios y lo suficientemente asequible para que las instituciones gubernamentales o las empresas que lo comercialicen puedan conseguir un retorno de la inversión en un tiempo razonable”.
“Las energías renovables y el tratamiento de agua crean trabajo, disminuyen la deforestación y reducen las emisiones de carbón”, señala Vivian Vendeirinho, fundador y CEO de RVE.SOL. “Kudura representa una ventaja para las comunidades rurales al proporcionarles una solución energética que les brinda la posibilidad de gestionar sus recursos y reinvertir los beneficios generados en otros proyectos para la comunidad. De todas maneras, para la erradicación de la pobreza rural, es necesario movilizar más recursos para crear nuevas empresas que potencien la sostenibilidad de las comunidades rurales”, añade.
Gracias a esta inversión, KIC InnoEnergy refuerza su presencia en Portugal donde cuenta con una sede en Lisboa para dar apoyo a las start-ups interesadas en crear negocio relacionado en la industria de las energías renovables.