En la publicación, que está acompañada de una animación interactiva en que puede verse con claridad cómo cada cinco años se modifica los cambios de temperatura promedio, se hace hincapié en que según un análisis de temperatura en curso realizado por científicos del Instituto Goddard de Estudios Espaciales (GISS) de la NASA, la temperatura global promedio en la Tierra ha aumentado un poco más de 1 ° Celsius desde 1880. Dos tercios del calentamiento han ocurrido desde 1975, a una tasa de aproximadamente 0,15-0,20 ° C por década.
"Un cambio global de un grado es significativo porque se necesita una gran cantidad de calor para calentar tanto los océanos, la atmósfera y la tierra. En el pasado, una caída de uno a dos grados era todo lo que se necesitaba para sumergir a la Tierra en la Pequeña Edad de Hielo. Una caída de cinco grados fue suficiente para enterrar una gran parte de América del Norte bajo una enorme masa de hielo hace 20.000 años", se afirma en el informe
Se publica, además, una gráfica que muestra anomalías de temperatura anuales desde 1880 hasta 2019 según lo registrado por diferentes entidades científicas, además de la NASA, como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA), el grupo de investigación Berkeley Earth, el Met Office Hadley Center (Reino Unido) y el análisis los académicos Kevin Cowtan y Robert Way. Aunque hay variaciones menores de un año a otro, los cinco registros muestran picos y valles sincronizados entre sí. Todos muestran un calentamiento rápido en las últimas décadas y todos muestran la última década como la más cálida.
Respecto de cómo fue realizado, se explica que los análisis de temperatura de la NASA incorporan mediciones de la temperatura de la superficie de más de 20.000 estaciones meteorológicas, observaciones de la temperatura de la superficie del mar desde barcos y boyas, y mediciones de temperatura de las estaciones de investigación de la Antártida. Estas mediciones in situ se analizan mediante un algoritmo que considera el espaciado variado de las estaciones de temperatura en todo el mundo y los efectos de las islas de calor urbanas que podrían sesgar las conclusiones.
Por último, se hace constar que, según el ex director del GISS, Jim Hansen, el uso de combustibles fósiles también aumentó en la era de la posguerra (5 por ciento por año), aumentando los gases de efecto invernadero. Pero el enfriamiento por aerosoles es más inmediato, mientras que los gases de efecto invernadero se acumulan lentamente y tardan mucho más en salir de la atmósfera. La fuerte tendencia al calentamiento de las últimas cuatro décadas probablemente refleja un cambio de los efectos comparables de aerosoles y gases de efecto invernadero a un predominio de gases de efecto invernadero, ya que los aerosoles fueron frenados por controles de contaminación.
