Según un comunicado del ministerio, “esta propuesta busca dar rango de ley a la norma, tal y como planteó la CNMC”, por lo que, según el ministro, “los grupos parlamentarios tendrán que decidir si quieren que el cierre de cualquier tipo de central eléctrica (térmica, nuclear, ciclos combinados, etc.) sea una mera decisión empresarial o que esta sea compatible con los objetivos de la política energética que se consensuen”.
El comunicado asegura que “Nadal ha incidido en que el cierre de las centrales tiene que ser ordenado y debe garantizar la competencia”, por lo que esta nueva propuesta “planteará el aumento de los supuestos por los cuales una petición de cierre puede ser denegada”. Según se afirma “actualmente, la Ley del Sector Eléctrico solo contempla la seguridad de suministro, y ahora se propondrán dos supuestos adicionales a esa norma: el impacto en precios o competencia del mercado y el cumplimiento de los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero”.
Un mix polémico
En declaraciones realizadas en Aragón, en un encuentro con empresarios, Nadal hizo también una serie de afirmaciones que seguramente despertarán otra polémica. Según consigna Europa Press, Nadal ha dicho que es necesario reducir las emisiones de CO2 pero sin encarecer el precio de la energía, especialmente en España "que no tiene grandes fuentes energéticas" y que necesita importar la energía que consume.
Respecto a la llamada transición hacia las energías renovables y limpias, el ministro afirmó que "no hay que correr demasiado, pero tampoco quedarse atrás" y llamó a asumir los avances tecnológicos "sin precipitarse", para que, dijo, el coste no acabe repercutiendo en el consumidor.
En una afirmación que los desarrollos tecnológicos del sector renovable (desde la caída de precios de la fotovoltaica al auge mundial del almacenamiento) cada vez demuestra ser más inexacta, arriesgó que las fuentes de esa energía no garantizan el suministro en todo momento. Además, sostuvo que la nuclear es barata, no emite CO2, pero sí genera residuos; que el carbón emite CO2 y es más barato; y que el gas aunque tampoco genera residuos, sí emite CO2 y es más caro.
"Nosotros estamos a favor de mantener el parque nuclear", ha dicho, para precisar que la aportación energética propuesta por el gobierno es de un 20% nuclear, un 20% a carbón, un 20% a gas y el resto renovables.
Seguramente, esta historia continuará…