La empresa española ha unido fuerzas con el Grupo de Química de la Universidad de Córdoba y la empresa Grabat Energy para la creación de la planta. Albergará 20 líneas de ensamblado y fabricación de baterías de alto valor añadido, "superando en plena producción, los 80 millones de celdas", según informa la empresa. La producción de las primeras unidades está prevista para los primeros meses de 2016 y se espera que la infraestrucutra se encuentre a pleno rendimiento en el segundo semestre del próximo año.
El diseño y puesta en marcha de la planta, que cuenta con más de 7.000 metros cuadrados, se ha llevado a cabo por un equipo de ingenieros que está trabajando desde principios de este año en Yecla, Valencia y Madrid. La fábrica dispondrá de la ultima tecnología para la producción de este nuevo tipo de baterías, de hecho, ha sido necesario diseñar nuevos equipos expresamente para este desarrollo.
"Nuestro polímero para cátodos de baterías supone una revolución por sus propiedades y características que mejoran exponencialmente la seguridad del uso, ya que no generan gases, no explotan y su calentamiento es menor. Además de ser las únicas baterías en el mundo que siguen funcionando después de ser cortocircuitadas”, señalan desde Graphenano.
La certificación del polímero de grafeno se ha realizado en colaboración con los institutos independientes Dekra (en España AT4 Wireless) y TuV (en Alemania). "Dichas pruebas han superado los 1.000 Wh/kg, cifras que multiplican por cinco las tecnologías de baterías actuales, suponiendo una revolución de proporciones todavía incalculables", asegura la empresa.
El polímero ha ido investigado, desarrollado y testado durante los últimos tres años gracias al acuerdo que suscibió la compañía con el grupo de Química de la Universidad de Córdoba y Grabat Energy. Los tres organismos ya han desarrollado una batería que carga el coche en ocho minutos gracias al grafeno.
Graphenano comienza ahora la fase de adaptación y fabricación de las baterías a distintas aplicaciones, para lo que ya tiene cerrados acuerdos con "multinacionales punteras" en sectores como el aeroespacial, la automoción o las energías renovables.