Gracias a la compra de energía de origen renovable, los más seis millones de viajeros que se prevé que utilicen el metro este año lo harán a coste cero para el medio ambiente en lo que respecta a emisiones de efecto invernadero. Si estos usuarios realizaran sus desplazamientos en vehículo privado se generarían más de 4.200 toneladas de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.
Además, Metro de Málaga genera energía fotovoltaica a través de paneles solares ubicados en las instalaciones de Talleres y Cocheras, lo que redunda de forma positiva en su aportación en beneficio del medio ambiente. Además, el organismo ha puesto a disposición de sus trabajadores seis bicicletas eléctricas para facilitar los movimientos desde las oficinas de la sede central de la compañía hasta la primera parada comercial del suburbano malagueño.
Para facilitar su uso, se han colocado dos bases de carga en la parada Andalucía Tech y en Talleres y Cocheras, de manera que el personal de la compañía pueda hacer uso de los vehículos tanto al comienzo como al final de su jornada laboral. Se espera que la iniciativa, destinada a fomentar el uso combinado de dos sistemas de transporte sostenibles para acudir al trabajo, tenga una buena acogida y no se descarta aumentar el número de bicis eléctricas si la demanda lo requiere.
Metro de Málaga cuenta con dos líneas, que actualmente suman 12 kilómetros de longitud y 17 estaciones y paradas. Una vez se culminen los dos tramos en ejecución, entre el Perchel -Guadalmedina – Atarazanas, así como la prolongación de la Línea 2 hasta el Hospital Civil, el trazado completo ascenderá a 14,8 kilómetros y 23 estaciones y paradas, con una estimación de demanda anual de 20,7 millones de viajeros.