El Climascopio 2012 es un informe que ha realizado el Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en colaboración con Bloomberg New Energy Finance, consultora multinacional especializada en materia de energías renovables (en adelante, Bloomberg). El estudio analiza la capacidad de los 26 países de la región para atraer inversiones en fuentes de energía con bajas emisiones de carbono. Según Bloomberg, ese análisis "es sumamente cuantitativo y toma en cuenta un mínimo de treinta indicadores, pero también refleja la opinión de nuestra compañía y de los expertos externos que consultamos". Cada país recibe puntajes de 0 a 5, siendo el 5 el que representa el mejor clima de inversión. De entre los 26 países de la región, Brasil ha obtenido el mayor puntaje, un 2,6, "lo que indica una gran oportunidad para mejorar las condiciones requeridas para atraer más inversión al área de energía limpia y renovable", según Bloomberg. A Brasil le siguen de cerca Nicaragua, Panamá, Perú y Chile.
Cuatro parámetros analizados
El Climascopio ha examinado cuatro parámetros primordiales que están interrelacionados: el Marco Propicio (políticas existentes, estructuras del mercado energético...); la Inversión en Energía Limpia y Créditos a Proyectos en Torno al Cambio Climático (fondos destinados a la promoción de energías limpias, disponibilidad y costo de capital local como, por ejemplo, microcréditos); Negocios de Bajas Emisiones de Carbono y Cadenas de Valor de Energía Limpia (capacidad de la industria local y cadenas de distribución de bienes, servicios y créditos de energía limpia); y Actividades de Gestión de Emisiones de Gas de Efecto Invernadero (proyectos desarrollados siguiendo el Mecanismo de Desarrollo Limpio de Naciones Unidas, etcétera). A la luz de ese examen, y entre otras conclusiones, Climascopio señala un dato clave: "América Latina y el Caribe poseen dos características muy atractivas para los inversores que busquen generar nueva energía limpia: precios de electricidad altos y sólidas tasas de crecimiento de demanda energética".
La electricidad, cara; las renovables, cada vez más baratas
Con respecto al primero de los apuntes, Climascopio señala que el promedio del precio al por menor de la electricidad en la región se situó en 0,14 dólares por kilovatio hora en 2010 ($0,14/kWh), si bien hay países, como Jamaica ($0,30/kWh), Barbados ($0,26/kWh) o Belice ($0,23/kWh), con tasas "particularmente altas". Los precios relativamente altos de electricidad en la región brindan a los promotores, según Climascopio, "la oportunidad de impulsar proyectos de energía limpia y de ofrecer otras posibilidades a consumidores insatisfechos". Más aún: el Climascopio 2012 señala que, "gracias a los bajos precios sin precedente de la infraestructura necesaria para generar energía limpia, en algunos países resulta posible instalarla de forma económica, sin necesidad de subvenciones". Según el director ejecutivo de Bloomberg, Michael Liebreich, la bajada de costes de los equipos de energía limpia en los últimos tres años "ha permitido que en la actualidad esas tecnologías sean más competitivas que nunca frente al uso de combustibles fósiles".
Los excedentes de los fabricantes
Las tendencias, pues, parecen claras para el Climascopio 2012. Por una parte, están los precios altos de la electricidad y las sólidas tasas de crecimiento (económico general y de demanda de electricidad en particular). Por otra, la industria global del sector de las renovables está obligada a abrir nuevos mercados, dados dos factores clave: el "excedente de capacidad de los fabricantes de equipos" y la "incertidumbre que se cierne sobre sus mercados tradicionales". Todo ello –concluye Bloomberg–, "ha impulsado a los fabricantes de Europa, Asia y los Estados Unidos a la búsqueda de oportunidades en América Latina y el Caribe", región que, según el Climascopio 2012, "está preparada para experimentar un crecimiento significativo en energías limpias". Eso sí: aunque en algunos países las energías renovables pueden competir ya con los combustibles fósiles sin ayuda alguna, lo cierto es que, según Liebreich, "el sector aún requiere de mecanismos de apoyo inteligentes y sin duda necesita que varios obstáculos desaparezcan”.
De política gubernamental y microcréditos de ONGs
En esa línea, en la de promover la creación de mecanismos de apoyo y remover obstáculos, los países de América Latina y el Caribe se están esforzando –dice Liebreich– "por atraer fondos que aceleren sus trayectorias de crecimiento verde". El informe de Bloomberg y el BID señala muchas medidas –algunas, gubernamentales; otras son iniciativas de oenegés– que ya están impulsando el cambio en la región. Así, el Climascopio ha identificado "al menos 80 políticas de energía limpia en la región" que están "en marcha o en la fase final de planificación, principalmente, aquellas relacionadas con regulaciones del mercado de energía e incentivos tributarios". Asimismo, el informe ha identificado 71 instituciones de microfinanzas que operan en América Latina y el Caribe y "ofrecen algún tipo de producto financiero verde". Todo, en aras de superar los números registrados a día de hoy: 280.000 millones de dólares invertidos en energías renovables en todo el mundo en el año 2011; apenas 16.000 millones invertidos ese año en toda América Latina y el Caribe.
Trescientos gigavatios
Según el Climascopio 2012, el parque eléctrico regional está configurado, a día de hoy, tal y como sigue: el ocho por ciento de los 301 gigavatios (GW) de potencia eléctrica instalada en América Latina y el Caribe es renovable: biomasa y residuos (10,2 GW), pequeña hidráulica (8,4 GW), energía eólica (2,4 GW), energía geotérmica (1,5 GW) y energía solar (1,5 MW). Comparado con el resto de países de la región, Panamá ha aumentado considerablemente la presencia de renovables, con una tasa de crecimiento de 31% de 2006 a 2010. América del Sur (gracias a Brasil, Colombia y Argentina) es actualmente el segundo productor mundial de bioetanol y biodiesel. Además –dice el Climascopio–, América Latina puede aportar más de ocho gigavatios de nueva potencia eólica durante los próximos tres años, y "solo este año, los países de América Central están en condiciones de añadir 130 megavatios de energía geotérmica, mientras que México, Chile, Perú y otros países están trabajando para facilitar el despliegue de energía solar".
Brasil y las grandes cifras
El caso brasileño es un tanto especial. Brasil es el único país con una cadena de valor completa para al menos dos tecnologías renovables: biocombustibles, y biomasa y residuos (México está en vías de convertirse en el primer país con cadena de valor completa eólica y solar). Entre 2006 y 2011, Bloomberg ha registrado inversiones en energías limpias por un valor de 90.000 millones de dólares en América Latina y el Caribe (16.000 millones el año pasado). Brasil atrajo cerca del 80% del total de los fondos (unos 70.000 millones de dólares). Eso sí, si se tiene en cuenta su producto bruto interno, el gran tamaño de la economía brasileña convierte en irrelevantes esos 70.000 millones. Más aún: según el Climascopio, entre 2010 y 2011, Brasil experimentó una disminución del 18% en la producción de biocombustibles, ya que los altos precios del azúcar obligaron a los operadores a producir menos etanol y más azúcar. Cerca de 34 millones de personas en América Latina y el Caribe no tienen acceso directo a la red eléctrica. Esto incluye a Haití, donde sólo el 39% de la población tiene acceso a la red energética, Honduras (70%) y Nicaragua (72%).
El informe va acompañado de una herramienta en línea totalmente interactiva, que, entre otras cosas, "permitirá que la información del estudio esté disponible para su descarga de forma agregada".