Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), entre el 31 de julio de 2022 hasta el 31 de marzo de 2023, el número de clientes suministrados a la TUR aumentó en ese periodo en 1,124 millones de clientes, para superar los 2,669 millones; es decir, que más de un millón de clientes se han pasado a la tarifa regulada de gas (TUR) hasta el pasado mes de marzo. Además, unas 5.491 comunidades de propietarios también contrataron la nueva TUR vecinal desde octubre, fecha en la que dio luz verde el Ejecutivo a esta tarifa para las comunidades de vecinos con calderas comunitarias de gas natural. Con datos a cierre de 2022, el número de clientes de gas natural aumentó en el año pasado en 17.000, alcanzando la cifra aproximada de 7,987 millones, según informa Europa Press.
En términos de clientes de gas, la cuota de los cinco principales operadores representa un 96,04%, con Naturgy al frente, con 3,674 millones de clientes (46%); seguido de Endesa, 1,641 millones (20%); Iberdrola con 1,217 millones (15%); TotalEnergies, con 895.416 (11%) y Repsol, con 241.345 (3%). El resto de los operadores suman 316.035 clientes de gas, con cuotas individuales por debajo del 1%, por lo que el índice de concentración del mercado (HHI) en términos de clientes aumentó ligeramente con respecto al año anterior, situándose en 2.907, según el regulador.
A finales de 2022, los clientes suministrados a tarifa de último recurso se situaban en los 2,104 millones, representando el 26,4% del total, unos 583.000 clientes más respecto a diciembre de 2021, aunque ese fuerte trasvase de clientes a la tarifa de último recurso, tras el escudo aprobado por el Gobierno que hace de esa tarifa la más barata del mercado, ha seguido a lo largo del inicio de 2023. Este importante movimiento de clientes ha beneficiado principalmente a Endesa e Iberdrola, que son los comercializadores que más crecen en términos de clientes; mientras que Naturgy, TotalEnergies y Repsol mantienen una cuota de mercado similar a la de 2021. Por su parte, los pequeños comercializadores sufrieron una pérdida de clientes, ya que HolaLuz, por ejemplo, abandonó la comercialización de gas, cuando contaba con una cartera de 70.000 clientes.
