El objetivo de este proyecto de gasoducto es que esté configurado para llegar a Europa como su último destino, según ha informado la compañía australiana. El proyecto, denominado NMGP y que sería el segundo más largo del mundo en el caso de que fuese finalmente ejecutado, nace a través de una iniciativa conjunta entre los gobiernos de Nigeria y Marruecos. El pasado mes de diciembre, ambos países firmaron un acuerdo para financiar el estudio de diseño de ingeniería del proyecto, después de que fuera aprobado por el Banco Islámico de Desarrollo (BID). Sus impulsores estima que este proyecto aliviaría las tensiones de suministro de Marruecos, después de que en noviembre del año pasado Argelia decidiera, debido a la tensión existente en las relaciones políticas con Rabat, dejar de suministrar gas natural a través del gasoducto Magreb-Europa. El gasoducto submarino supondría además un pasillo al gas natural de Nigeria hacia el Viejo Continente.
El gasoducto Magreb-Europa, inaugurado hace más de 25 años, une Argelia con España a través de Marruecos. Argelia suspendió su acuerdo con Marruecos y dejó de emplear ese gasoducto para enviar gas vía España a Europa. Argel envía ahora gas a la península a través del gasoducto submarino Medgaz, que no pasa por Marruecos. Sin el suministro de gas natural de Argelia, además de perder los derechos de paso millonarios que ingresaba por el tráfico del gasoducto, Marruecos estaría viendo ahora peligrar su abastecimiento energético. No obstante, el pasado mes de febrero, el Gobierno de España abrió la puerta a permitir a Marruecos utilizar el gasoducto del Magreb-Europa, con el fin de aliviar las necesidades energéticas del país africano y garantizar su seguridad de suministro, pudiendo así adquirir gas natural licuado (GNL) en los mercados internacionales, desembarcarlo en alguna planta de regasificación peninsular y utilizar el gasoducto del Magreb para que llegue a su territorio.
Ayer mismo se oficializó definitivamente el ofrecimiento, lo que ha causado tensiones con Argelia, que no está dispuesta a que el gas que envía a España acabe llegándole a Marruecos. Anoche, el Ministerio para la Transición Ecológica distribuyó un comunicado urgente en el que aseguraba que Marruecos podrá (1) adquirir gas natural licuado en los mercados internacionales, (2) desembarcarlo en alguna planta de regasificación peninsular y (3) utilizar el gasoducto del Magreb para que llegue a su territorio, pero añadía que, "en ningún caso, el gas adquirido por Marruecos tendrá procedencia argelina".