El informe "Acelerar la transición energética para el crecimiento verde de Marruecos", presentado en videoconferencia el jueves 9 de julio, deja claro que el vecino del sur de España tiene un gran potencial en energías renovables. Explotar ese potencial acelerando la transición energética podría posicionar a Marruecos como uno de los líderes mundiales en materia de energía no contaminante, según los expertos consultados para la elaboración del informe, del que se hace eco Irena en su último boletín.
Así, si el país pone en marcha una estrategia bien elaborada para acelerar la transición energética, la elevada dependencia actual marroquí de los productos del petróleo podría reducirse al 17% para 2050, mientras que la proporción de energía renovable puede llegar al 96% de la capacidad de producción eléctrica instalada en el reino.
Se prevé que el consumo de energía de Marruecos se triplique para 2050, sin embargo, la factura energética del país podría disminuir en un 12% gracias a la transición energética. La disminución se traduciría en 74.000 millones de dirhams (7.660 millones de dólares) que Marruecos podría invertir en otros sectores.
En cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero, el informe prevé que la introducción de energías renovables las reducirá en un 30% y las emisiones de partículas en aproximadamente un 50% en los próximos 30 años. Todo ello iría en beneficio de la salud de la población y contribuiría a mitigar los efectos del cambio climático.
Una transición energética acelerada posicionaría, además, a Marruecos como un actor clave a nivel internacional, mediante el fortalecimiento de sus intercambios con Europa y la creación de asociaciones africanas.
Estrategia bien coordinada
Los expertos del CESE subrayan que para llevar a cabo este proceso es imprescindible actuar ya y hacerlo a través de una estrategia bien coordinada. Hace falta, asimismo, preparar una ley marco o una carta que defina los entresijos de la transición energética del país, según se destaca en el informe.
Entre las recomendaciones del Consejo figuran la maximización de la proporción de energías renovables en la combinación total de energías, el fomento de la producción descentralizada de energía, la generalización de la eficiencia energética, la transición a un modo sostenible de transporte público, la mejora de los costos de producción de la desalinización y la adopción de tecnologías de conversión de la energía en energía. El CESE también recomienda que la nueva estrategia energética del país tenga objetivos claros y una gobernanza adaptada, y que esté en consonancia con las normas internacionales.