La mercantil solicitó dos permisos de investigación sobre el yacimiento cacereño, pero la Dirección General de Industria de la Junta de Extremadura otorgó solo uno, con restricciones, y denegó el otro, en 2021, porque la zona donde se proponía investigar está protegida por el Plan General Municipal (PGM) del Ayuntamiento de Cáceres que impide la actividad extractiva en ese espacio. ENE recurrió entonces esa decisión ante los tribunales, que ahora se han pronunciado en contra de la empresa dándole la razón a la administración regional en su rechazo al permiso de investigación. La sentencia -informa Europa Press- considera que realizar una cata para investigar es una actividad extractiva y por lo tanto no se puede conceder el permiso porque el plan de urbanismo cacereño lo impide en esa zona.
La sentencia, que puede recurrirse ante la Sala Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), considera que hay una "conexión" entre las competencias mineras y urbanísticas en el sentido de que "el interés público de la minera ha de llevarse a cabo procurando su armonía con el resto de intereses generales", por lo que se desestiman los argumentos de la empresa para presentar el recurso.
Sobre el proyecto minero
Todo empezó en noviembre de 2015, cuando la Junta de Extremadura convocó un servicio público de registros mineros entre los que se encontraba el de Cerro Milano, con doce cuadrículas mineras situadas en el paraje de Valdeflores, en Cáceres. A éste concurrió Valoriza Minería, empresa del grupo Sacyr, que en febrero de 2016 solicitó permiso de investigación de dos cuadrículas mineras en esa zona, permiso que le fue concedido en diciembre de ese año.
En 2017 se empiezan a hacer los primeros sondeos y se une a Sacyr la empresa australiana Infinity Lithium. En mayo de ese año el servicio de Ordenación Industrial, Energética y Minera de la Consejería de Economía e Infraestructuras de Extremadura concede un segundo permiso de investigación, denominado 'Ampliación de Valdeflores', sobre 45 cuadrículas mineras, que se autoriza a Tecnología Extremeña del Litio (TEL), nombre que adquirió la empresa participada por Sacyr e Infinity Lithium.
En octubre la empresa TEL pide a la Junta el permiso para la explotación de una mina de litio en Valdeflores. Fue el momento en el que la empresa estuvo más cerca de poder llevar a la práctica la excavación de la mina. A esta solicitud le acompañó la documentación sobre sus planes de explotación de una mina a cielo abierto.
El Ayuntamiento de Cáceres pidió en octubre de 2017 que no se concediese ningún permiso hasta que se pronunciase el consistorio, y en diciembre de ese año se deniega el permiso de investigación de Ampliación Valdeflores y ya se hace ver la oposición ciudadana a la mina al entregarse 9.000 alegaciones a este proyecto en su periodo de exposición pública.
A principios de 2018 el Gobierno local cacereño, con Elena Nevado como alcaldesa, muestra su rechazo a la mina y el 16 de febrero firma una resolución que paraliza los sondeos que la empresa estaba realizando en la zona Valdeflores, al entender que se había excedido de lo autorizado por la licencia de obra concedida para tal fin.
Entonces, el caso llega a los juzgados y, en una primera sentencia, se resuelve que la empresa debe restaurar el espacio y devolverlo a su estado inicial. Además, en mayo de 2019 la administración regional canceló el permiso de investigación que se había dado en 2016 al prosperar un recurso de una asociación, pero tras la presentación de nueva documentación por parte de la empresa se abre el procedimiento de exposición pública en octubre de 2019 para un nuevo permiso de investigación y la Junta anuncia que tramitará el proyecto.
Un año más tarde, en diciembre de 2020 el servicio de Ordenación Industrial, Energética y Minera de la Consejería para la Transición Ecológica y Sostenibilidad autoriza el permiso de investigación Ampliación Valdeflores pero impide hacer labores extractivas en la zona que recoge el plan de urbanismo de Cáceres.
Un último capítulo ocurre en abril de 2021 cuando se informa de que se deniega a la empresa el permiso de investigación Valdeflores, que se autorizó en 2016, basándose en los informes presentados por el ayuntamiento cacereño sobre las prohibiciones extractivas en la zona, lo que dio lugar al recurso que ahora ha sido desestimado por el juzgado.
