Mientras la UE votaba ayer la composición del Parlamento Europeo 2024-2029, la mayoría de los suizos (68,72%) dieron el visto bueno en las urnas a la legislación federal -apoyada por los partidos de todas las orientaciones- que prepara el terreno para que Suiza produzca más electricidad a partir de fuentes de energía renovables como el agua, el sol, el viento y la biomasa, para consolidar la independencia de su suministro eléctrico y reducir la dependencia del petróleo y el gas extranjeros.
Solar, eólica e hidroeléctrica
El proyecto de Ley, aprobado en un referéndum con una participación que no ha llegado al 50% (45.39%) incluye instrumentos de financiación y nuevos acuerdos para producir, transportar, almacenar y consumir electricidad, y contempla la expansión de la producción de energía solar, que se realizará principalmente mediante la instalación de paneles en los edificios.
Además, en las zonas adecuadas, las condiciones de planificación para la energía eólica y las grandes plantas de energía solar, que son especialmente importantes para el suministro de electricidad en invierno, serán menos estrictas.
Las 16 centrales hidroeléctricas mencionadas en la nueva legislación -nuevos proyectos o ampliación de otros ya existentes- también estarán sujetas a condiciones de planificación más laxas, lo que aumentará las posibilidades de que un proyecto pueda realizarse incluso en caso de oposición.
Protestas ecologistas
Estas medidas han motivado protestas por parte de grupos medioambientales que han criticado que la ley pone la producción eléctrica por delante de cualquier otro interés, como la conservación del paisaje helvético. Según los ecologistas, “pronto habrá prados enteros cubiertos de paneles solares” y “algunos de los paisajes más hermosos del país serán desfigurados de forma irremediable” por la construcción de infraestructuras eléctricas en áreas protegidas.