El volumen identifica y analiza, las principales estrategias a desarrollar en estos archipiélagos, entre los que destaca la cuestión energética.
Sistemas eléctricos de la Macaronesia
Desde una visión global, el texto señala que la producción de energía eléctrica mediante fuentes convencionales en los cuatro archipiélagos "se produce en su gran mayoría con derivados del petróleo", lo que implica un "elevado sobrecoste en comparación con los sistemas continentales" y una "fragilidad" ante la volatilidad de los precios de los combustibles en los mercados internacionales.
Estos precios elevan además los costes para llevar esos combustibles sucios a cada isla, lo que "complica los objetivos de descarbonización", ya que aumenta las tasas de emisiones por MWh producido.
Estos cuatro territorios son archipiélagos, por lo que sus sistemas eléctricos están aislados y cada uno tiene sus particularidades en cuanto a redes de transmisión e integración de renovables. Por ello, el libro plantea que sería necesario un "respaldo mínimo convencional para garantizar la seguridad del suministro" y evitar así los "más de 32 ceros energéticos que se han llegado a alcanzar" en estos sistemas en 2023.
Otro elemento de presión sobre estos sistemas eléctricos insulares es la alta dependencia del turismo como actividad económica, que implica una población flotante que requiere mayores recursos energéticos que la población regional.
Canarias
El Libro Blanco señala que los sistemas de Tenerife y Gran Canaria presentan dos retos importantes para la descarbonización, "dada a la cantidad de potencia renovable necesaria". De hecho, "un día de producción en cualquiera de estos dos sistemas supone más de la energía demandada anualmente por un tercio de todas las islas de la Macaronesia".
Sin embargo, también cabe destacar que "4 de los 26 sistemas eléctricos macaronésicos superan ya el 50% renovable en el mix de generación eléctrica". En la gran mayoría de los casos es debido principalmente a "la alta integración de fuentes renovables y al rol de los almacenamientos energéticos".
El documento destaca el "ambicioso" Plan de Transición Energética de Canarias, el PTECan, que adelanta a 2040 los objetivos de descarbonización fijados por Europa. No obstante, "estos sólo serían alcanzables si se desarrollan conjuntamente las diferentes estrategias que se definen en el Plan (autoconsumo, estionabilidad renovable, impulso a las renovables, hoja de ruta del hidrógeno, eólica marina y vehículo eléctrico).
Seis sistemas eléctricos
Según el Libro Blanco, Canarias está integrada por 6 sistemas eléctricos (dado que Lanzarote, Fuerteventura y La Graciosa están interconectadas), los de Tenerife y Gran Canaria son los dos de mayor tamaño, con más de 1.250 MW instalados (con casi un 25% de capacidad renovable, principalmente eólica). Estos sistemas rondan unas puntas de demanda superiores a 500 MW. Las bases del sistema las soportan centrales térmicas robustas y de gran tamaño como los ciclos combinados (gasoil) y las turbinas de vapor (fuel). El resto de tecnologías convencionales (turbinas de gas y motores diésel) sirven como respaldo y servicios de ajustes. Actualmente, estos sistemas están siendo afectados por excedentes renovables en momentosde mucho viento o Sol, por tanto, se puede afirmar que se están alcanzando saturaciones por la falta de almacenamientos energéticos. Con todo ello, el mix de generación anual ronda el 20% de participación renovable para Tenerife y Gran Canaria.
El sistema Lanzarote-Fuerteventura-La Graciosa combina tecnologías convencionales, como los motores diesel (base del sistema), y las turbinas de gas (para ajustes y cobertura de puntas). La capacidad convencional instalada es de 420 MW y la renovable de 88 MW (principalmente eólica). La demanda de La Graciosa es pequeña en relación al tamaño de las otras dos islas y, por tanto, se podría afirmar que es una suerte de apéndice de la isla de Lanzarote. La interconexión no tiene un sentido de flujo de energía determinado, por tanto, sirve como una forma de respaldo entre ambos sistemas (Fuerteventura-Lanzarote). Actualmente, el mix eléctrico de generación renovable ronda el 17%.
La Palma, es el cuarto sistema en cuanto a tamaño, con una potencia instalada de unos 120 MW, donde un 12% es de origen renovable. Esta isla tiene un pico de demanda de unos 43 MW. La Gomera y El Hierro son los dos sistemas de menor tamaño de Canarias. Ambos con una potencia instalada de unos 25 MW. La gran diferencia reside en que La Gomera la componen solamente tecnologías convencionales (salvo pequeñas instalaciones solares de autoconsumo), mientras que El Hierro, con la central hidroeólica de Gorona del Viento, produce más del 55% de la electricidad de origen renovable. [El siguiente cuadro muestra las características principales del sistema eléctrico canario]
Producción eléctrica en Canarias
En las islas afortunadas de España, la producción de energía eléctrica de fuentes convencionales y la operación de las líneas de distribución la monopoliza Endesa, que también cuenta con algunos activos renovables en el archipiélago.
En cuanto a la producción renovable, existen diversos actores, siendo DISA Renovables la principal empresa de producción renovable (cuenta con 5 parques eólicos y más de 25 plantas fotovoltaicas de diverso tamaño). Otras entidades público-privadas como el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), el Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER) o la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) gestionan diversos activos, y su actividad está más enfocada a la promoción de proyectos de especial singularidad en el archipiélago.
Finalmente, Red Eléctrica de España (REE) es el operador y transportista al igual que en el resto del territorio nacional. Esta empresa pública es además quien gestiona la operación de los almacenamientos energéticos a gran escala del archipiélago canario.
Planes de Transición Energética de Canarias
Partiendo de las políticas europeas, como el Pacto Verde, y su transposición a través de la Ley contra el Cambio Climático y el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del Gobierno de España (PNIEC), el día 22 de octubre de 2020 se aprobó en el Consejo de Gobierno de Canarias la Ley Canaria de Cambio Climático y Transición Energética (LCCCTE), cuya finalidad es respaldar la implantación de una serie de medidas, destacando, en lo que a este informe concierne, las siguientes:
1. El desarrollo e implementación del conjunto de medidas que garanticen un balance neutro de emisiones de gases de efecto
invernadero en las Islas en 2040.
2. La reducción progresiva del uso y el consumo de combustibles fósiles.
3. El establecimiento de un modelo energético basado en la gestión de la demanda y en las energías renovables.