Este informe, el resultado de una serie de entrevistas con casi 40 periodistas ambientales y climáticos en 21 países de América, Europa, África y Asia, revela cómo estos ataques, cada vez más frecuentes, amenazan la libertad de prensa e impiden los esfuerzos para proteger el medio ambiente y el clima. El trabajo ha sido elaborado por la experta en libertad de prensa, Barbara Trionfi, quien también escribió otro informe de IPI en 2023 titulado 'El cambio que necesitamos: estrategias para apoyar el periodismo climático y ambiental”, junto con el periodista de investigación y clima Léopold Salzenstein.
Frane Maroević, director ejecutivo del IPI: “Este informe identifica claramente los terribles riesgos que enfrentan los periodistas climáticos y ambientales debido a las historias que publican. Revela los métodos empleados para silenciarlos y prevenir la exposición de crímenes ambientales y otras actividades que están alimentando la crisis climática. Este es un llamado a la acción para todos los que nos preocupamos por el periodismo independiente, la libertad de prensa y la crisis climática y ambiental global. Hoy necesitamos más que nunca un periodismo preciso, independiente y accesible”.
Periodismo ambiental
El periodismo de investigación crítico sobre cuestiones ambientales es esencial si queremos proteger el medio ambiente y abordar la crisis climática. Sin embargo, los periodistas que trabajan en estas historias enfrentan amenazas múltiples y complejas. Por ejemplo, el informe señala la proliferación de "organizaciones e individuos responsables de difundir información errónea sobre temas energéticos y científicos”.
En este sentido, el informe recoge la experiencia de un periodista italiano, que prefiere no revelar su identidad, aunque hay muchos más ejemplos.
“El ciberacoso por parte de los negacionistas climáticos está muy presente y es intenso. Parecen bots, ya que no tienen seguidores, pero los ataques parecen estar coordinados de algún modo. El objetivo principal es comprometer tu credibilidad como periodista, especialmente cuando se desafía a las grandes empresas energéticas”.
Obstáculos para la prensa especializada
Además, en medio de una creciente hostilidad contra los activistas climáticos, periodistas de diversas nacionalidades no han podido ejercer su oficio por haber sido detenidos u obstaculizados por la policía mientras cubrían temas climáticos o protestas medioambientales. El informe recoge el caso de dos periodistas españoles que fueron detenidos en noviembre de 2022 por cubrir un acto de desobediencia civil llevado a cabo por dos activistas climáticos en el Museo del Prado. Se trataba de la acción viral en la que dos activistas se pegaron a los marcos de ‘Las majas’ de Goya en el Museo del Prado y pintaron "1,5º" entre ambas pinturas para protestar contra el calentamiento global.
Ese mismo mes, varios periodistas fueron detenidos en el Reino Unido mientras cubrían las protestas del grupo Just Stop Oil, a pesar de permanecer a cierta distancia de los manifestantes y mostrar a los agentes las acreditaciones de prensa. La policía también detuvo recientemente a periodistas o los desalojó por la fuerza de la zona mientras cubrían protestas en Alemania, Países Bajos, Serbia y Polonia, unos incidentes que sugieren una falta de comprensión por parte de la policía sobre el papel de los periodistas y una falta de respeto a sus derechos.
Asesinatos
Más allá de las simbólicas protestas europeas, las amenazas, agresiones físicas e incluso asesinatos, plantean uno de los mayores riesgos para los periodistas que cubren el medio ambiente y el clima. El informe analiza el caso del asesinato del periodista británico Dom Phillips en la Amazonía brasileña, junto al experto local e indígena Bruno Pereira, que sumió a la comunidad de periodistas ambientales en una profunda conmoción y tuvo fuertes repercusiones en todo el mundo.
Como periodista con décadas de trabajo a sus espaldas, Phillips estuvo cubriendo la deforestación ilegal en la Amazonía brasileña durante muchos años, pero no pudo escapar al ataque de su embarcación mientras atravesaba el valle de Javari, un territorio sin ley controlado por bandas criminales involucradas en la tala ilegal. La protesta internacional que siguió obligó al gobierno del entonces presidente Bolsonaro, conocido por hacer la vista gorda ante la devastación ambiental en el Amazonas, a iniciar una investigación. La policía brasileña finalmente detuvo a tres hombres involucrados en pesca ilegal con la ejecución del asesinato.
Aunque no figura en el informe, en esta categoría también hay que situar el caso de los periodistas españoles David Beriain y Roberto Fraile, asesinados en Burkina Faso en 2021 mientras rodaban un documental sobre la lucha contra la caza furtiva en el país africano. Los dos reporteros se encontraban cerca del Parque Nacional de Arli cuando la escolta preparada por la ONG Chengeta Wildlife en la que estaban empotrados fue atacada por el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), una organización vinculada con la organización terrorista Al Qaeda.
Periodismo climático y ambiental bajo fuego
El informe identifica riesgos inherentes para los periodistas ambientales, explora los desafíos específicos que enfrentan los periodistas independientes y locales, y examina cómo el fracaso del estado de derecho, la corrupción del sector público y la presión económica crean un clima hostil para los periodistas ambientales. Ante esta situación el estudio examina estrategias para contrarrestar estos ataques y presiones ejercidas sobre los periodistas, incluso a través de la colaboración, medidas de seguridad y estructuras de apoyo legal, e incluye también recomendaciones para estados, medios de comunicación y estados, redes de apoyo al periodismo y donantes.