Hay que incrementar la participación de las renovables, hacer estudios de prospectiva a largo plazo, debatir sobre energía nuclear, ahorrar energía y ser más eficientes, tratar de que la tarifa eléctrica refleje los costes reales de la energía, contar con empresas españolas fuertes, reducir la dependencia energética del exterior y las emisiones de gases de efecto invernadero, contar con un marco regulatorio estable y apostar por la I+D. Sobre el papel, los representantes de PSOE, PP, IU, CiU y PNV encontraron estas y otras coincidencias, lo que no contribuyó precisamente a animar el debate.
Pero hubo matices importantes. Inmaculada Rodríguez-Piñero, secretaria de Política Económica y Empleo, lamentó que en los últimos años “se hayan construido en España 900.000 viviendas al año como si no hubiera tecnologías disponibles para usar energías renovables y sistemas de ahorro y eficiencia. Algo que no nos podemos permitir. Ahora tenemos el compromiso de rehabilitar 500.000 viviendas para que consigan la certificación energética”. También anunció que en la educación secundaria, dentro de la asignatura Educación para la Ciudadanía, se van a incorporar temas sobre consumo eficiente”. Y abogó para que el régimen tarifario “refleje cada día más los costes de la electricidad, algo que no se ha hecho y que ha generado hasta ahora un abultado déficit”.
Rodríguez-Piñero, que hizo probablemente un discurso con un tono más electoralistas que el resto de los participantes, aseguró que el presidente Zapatero se había convertido en “líder de la lucha internacional contra el cambio climático”. “Menos complacencia y más sentido de la realidad”, replicó Joaquín Nieto, candidato de IU por Madrid, en uno de los pocos momentos de debate real. “Fuera de aquí todo el mundo sabe que España es el país más alejado del Protocolo de Kioto”. La portavoz socialista señaló que la intención de su partido es cerrar las nucleares al final de su vida útil.
Reducir la dependencia
Por su parte, José Folgado, vicepresidente de la Comisión de Economía y Hacienda del PP, se manifestó “a favor de la búsqueda de un consenso en energía porque muchas decisiones se concretan después de muchos años”. Desde su punto de vista el primer objetivo debería ser “reducir la dependencia energética exterior –superior al 80%, una debilidad estructural para España–, hasta el promedio comunitario del 55%”.
E insistió en la importancia de un marco regulatorio estable recordando que el RD 436 sirvió para el desarrollo tecnológico del sector. “Hemos pasado de no ser nadie a ser auténticos pioneros en renovables”. Folgado cree que “las nucleares deben seguir jugando un papel, y que se pueden incrementar los recursos hidráulicos mediante centrales de bombeo y minicentrales”.
Cambio de modelo
Para Joaquín Nieto, de IU, “hablar de energía es hablar de sostenibilidad e insostenibilidad. Y el modelo actual no es sostenible. Dicho de otro modo: va a cambiar. Y aquellas economías que antes se adapten al cambio saldrán favorecidas”. Recordó que en 2006 descendieron un 4% las emisiones de CO2 en España, al tiempo que el PIB creció un 4% y el empleo otro 4%. “Lo que quiere decir que un modelo energético que plante cara al cambio climático no es sinónimos de ruina económica como preconizaron muchos”.
Nieto introdujo la primera divergencia directa con otros compañeros de la mesa. “También queremos debatir sobre energía nuclear…para decir que es cara, seis veces más que un ciclo combinado. Si aumenta el número de nucleares en el planeta, ¿para cuánto tiempo quedaría uranio? Y no olvidemos que siguen sin resolverse problemas como la gestión de los residuos radiactivos, la seguridad de las centrales –un terremoto paralizó una central en Japón– o la creciente proliferación de la amenaza nuclear”.
El representante de IU concreto sus iniciativas con la propuesta de tres leyes fundamentales: “de movilidad sostenible, de ahorro y eficiencia, y de energías renovables, que dé estabilidad al sector, incapaz de soportar tanta incertidumbre”. Sector que está generando empleo: 188.000 trabajadores, entre empleos directos e indirectos. Y el 50% de los 89.000 empleos directos son técnicos cualificados, el tipo de empleo que necesita España.
Empresas fuertes
José Ramón Beloki, portavoz adjunto del PNV y Manuel José Silva, diputado de Convergencia i Unió, insistieron mucho en la necesidad de contar con un empresariado fuerte. “No seamos ingenuos frente a Europa porque otros países ponen el acento en su seguridad de suministro”, dijo Beloki. Manuel José Silva, diputado de Convergencia i Unió también apuntó que “CiU es una coalición de base liberal y democristiana pero si llega a producirse un intento de compra de Iberdrola por parte de una empresa como EDF, de mayoría de capital público francés, seremos más democristianos que liberales”.
En el número de marzo de ER en papel, que estará en la calle antes del día de las elecciones, ofreceremos un reportaje amplio sobre las propuestas energéticas de los partidos políticos.
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