Los óxidos de nitrógeno de las centrales térmicas superaron los límites legales en el año 2000

Esta superación se debió, según la organización ecologista, a los notables incrementos de la demanda de electricidad y a la pasividad del Gobierno. Estas sustancias generan lluvia ácida y son precursoras de la formación de ozono troposférico. Los límites legales de emisiones de óxidos de nitrógeno están definidos en la directiva comunitaria 88/609/CEE y fueron traspuestos a la legislación nacional por el R.D. 646/1991. Ambas normas, que tienen como finalidad mejorar la calidad del aire, prevenir las lluvias ácidas y la contaminación transfronteriza establecen una clara distinción entre centrales termoeléctricas nuevas y anteriores a 1987.

Para las primeras se fija la obligación de disponer de sistemas de control de emisiones ácidas (SO2 y NOx), que las reducen considerablemente, mientras que para las segundas se establecen límites globales nacionales a cumplir por los estados dejándoles a estos las estrategias concretas para hacerlos efectivos. A partir de 1998 el límite de emisiones totales de NOx es de 277.000 toneladas en estas viejas centrales y es éste el que se ha superado en el año 2000. Las emisiones de estas instalaciones fueron al menos de 284.000 toneladas de NOx, aunque Ecologistas en Acción cree que la cifra puede ser aún mayor debido a la manifiesta inconsistencia de los datos suministrados por el Ministerio de Medio Ambiente.

Por este motivo la organización ecologista ha presentado una queja ante la Unión Europea, remitiendo además la denuncia a todos los diputados de la Comisión de Medio Ambiente del Congreso y a la Fiscalía de Medio Ambiente.

Problemas ambientales y de salud
Los óxidos de nitrógeno provocan problemas en el sistema respiratorio (disminuye la resistencia a las infecciones, acelera el envejecimiento del pulmón, facilita el desarrollo de enfermedades crónicas...), es uno de los componentes de las lluvias ácidas que producen graves daños sobre los ecosistemas y es precursor de ozono troposférico que, a su vez, es un potente contaminante que alcanza contaminaciones muy altas en periodos veraniegos.

Para Ecologistas en Acción las causas de esta superación son el desmesurado incremento de la demanda de electricidad en los últimos años que ha aumentado la generación en las centrales termoeléctricas y la pasividad del Gobierno que no ha obligado a los propietarios a adoptar ninguna medida correctora. Si los límites de emisión de óxidos de azufre se están cumpliendo es debido a la sustitución de carbón nacional de baja calidad por hullas y antracitas importadas con bajo contenido en azufre. Pero esta estrategia no vale para los óxidos de nitrógeno, que se generan por catálisis térmica a partir del nitrógeno y el oxígeno del aire. Por el contrario, las centrales que emplean hullas y antracitas tienen factores de emisión específicos más altos de NOx. Aunque en 2001 parece que no se superará dicho límite debido a la mayor disponibilidad de agua –que aumenta la producción hidroeléctrica y reduce el empleo de centrales térmicas–, la ausencia de políticas de prevención concretas hace previsible que este límite vuelva a rebasarse en años venideros. En la actualidad está en discusión una legislación europea que fija límites más estrictos para estas centrales.

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Ecologistas en Acción
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