Lo mejor y lo peor del año que hoy acaba lo recoge Greenpeace en el Balance 2021 que acaba de presentar. Lo mejor y lo peor, a escala nacional y a escala global. Eso, y una decena de desafíos de cara a futuro: Diez retos para 2022. Energías Renovables ha repasado ese Balance, y vamos a extractarlo a continuación, centrándonos, lógicamente, en todos aquellos aspectos que más estrechamente se relacionan con la energía, que es nuestro leit motiv, nuestra razón de ser. Para empezar, y como antesala a nuestro resumen, vayan las palabras de la directora de la organización ecologista, Eva Saldaña: "en 2021 hemos recibido un 'código rojo para la humanidad' por parte de la comunidad científica. Sin embargo, la ciencia ha sido de nuevo ignorada para avanzar en el abandono real de los combustibles fósiles en la CoP26 de Glasgow; hemos visto una ley nacional de cambio climático débil; y hemos sido testigos de espantosos episodios que agravan la pérdida de biodiversidad. No es el camino". El camino es, según Saldaña, esa transformación radical del sistema socioeconómico que abre esta información (suyas, de Saldaña, son, como decíamos, las palabras entrecomilladas de ese primer párrafo). A continuación, esta es la síntesis que Energías Renovables hace (en clave de energía) del Balance 2021 de Greenpeace
Lo mejor de 2021, según la organización ecologista
1. Pese a los intentos de la Abogacía del Estado por cerrarlo, Greenpeace no solo consigue mantener vivo el litigio iniciado en 2020, junto a Ecologistas en Acción y Oxfam Intermón, contra el Gobierno por su inacción climática, sino que suma a la causa a Fridays for Future y a la Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo.
2. Se consigue financiación colectiva ciudadana para poner en marcha ‘La energía del cole’, un proyecto piloto basado en la producción de energía solar en el tejado de un colegio para compartir la electricidad con las familias, y que aspira a ser replicado en más de 9.000 colegios públicos. Greenpeace presenta al Gobierno esta iniciativa como ejemplo de participación que acelera la transición energética.
3. La energía eólica supera a la nuclear y lidera la generación de electricidad en España por primera vez desde 2013.
4. El Gobierno comienza a tomar medidas reales ante los abusivos beneficios denominados “caídos del cielo” de los que se aprovechan las grandes eléctricas para incrementar sus ganancias.
5. Gracias a la presión social, el Consejo de Seguridad Nuclear desecha definitivamente el proyecto de Berkeley en Retortillo (Salamanca) y se incluye en la Ley de Cambio Climático y Transición Energética la prohibición de las actividades de exploración o explotación de yacimientos minerales radiactivos como el uranio.
6. La condena por inacción climática al Estado francés envía una advertencia al resto de Gobiernos europeos.
7. El Tribunal Constitucional Federal de Alemania declara parcialmente inconstitucional la Ley del Clima y refuerza la protección de los derechos fundamentales de la juventud. Tras la sentencia, Merkel decidió adelantar la descarbonización completa de Alemania a 2045 y elevar al 65% su objetivo de reducción de emisiones para 2030.
8. Un tribunal holandés ordena a la compañía Shell a que reduzca radicalmente sus emisiones de CO2.
9. Joe Biden marca el tono de su presidencia al devolver a EEUU al Acuerdo de París y revocar los permisos del oleoducto Keystone XL.
Lo pero de 2021
1. Se aprueba una Ley de Cambio Climático y Transición Energética con escasa ambición. Los objetivos de reducción de emisiones (el 23% para 2030) son claramente insuficientes para cumplir con lo que nos indica la ciencia y lograr que la temperatura media no aumente más de 1,5ºC.
2. Las eléctricas siguen lucrándose a base de contaminar, usando combustibles fósiles como el gas. Este año se alcanzaba récord del precio medio de la luz y GP iniciaba una denuncia para exigir a las compañías la devolución de entre 1500 y 2800 millones de euros a los consumidores.
3. Todavía en 2021 se han puesto en servicio solo 1,7 GW de renovables (a mediados de noviembre). Estamos muy lejos incluso de cumplir con el Plan nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) para lo cual deberíamos estar instalando unos 5,4 GW al año desde 2022 al 2030.
4. Madrid, líder en muertes por contaminación en Europa: Greenpeace denuncia que la capital prioriza los coches a la salud de la ciudadanía. Madrid y Barcelona, los lugares con mayor número de muertes prematuras en España por la contaminación de las partículas finas de combustibles fósiles.
5. La DGT bloquea el proceso de reforma de las etiquetas ambientales para vehículos e ignora a las organizaciones ecologistas.
6. En el décimo aniversario del accidente de Fukushima, Greenpeace revela que el 85% de la zona afectada por la radiactividad permanece contaminada.
7. El paquete de propuestas políticas llamado ‘Fit for 55’ de la Comisión Europea, que busca lograr una reducción neta del 55% en las emisiones de gases de efecto invernadero a través de cambios en sectores como el automóvil, la energía o el comercio, no está a la altura para contener la crisis climática.
8. Según el informe Unidos en la Ciencia 2021, coordinado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), el cambio climático y sus efectos se aceleran. La COVID‑19 causó sólo una reducción temporal de las emisiones de carbono. El mundo está muy lejos de cumplir las metas climáticas del Acuerdo de París, imprescindible para evitar los peores impactos del cambio climático.
9. El compromiso internacional extraído de la COP26 es débil y el objetivo de 1,5 ºC apenas está vivo. Aunque al menos se ha enviado una señal de que la era del carbón está terminando, se cierra la ventana para actuar a tiempo.
Diez retos para 2022
1. Que los fondos europeos para la recuperación económica sean utilizados realmente para impulsar transformaciones de calado en los sectores energéticos, agroalimentario, de transporte, ciudades, etc. para que apunten al cambio de modelo y que la recuperación sea verde y justa.
2. Que se desarrollen herramientas de política fiscal verde que respondan a los retos medioambientales y sociales y penalicen las prácticas no sostenibles.
3. Que el Gobierno aumente su ambición climática, adelante la fecha de cierre nuclear y apueste de forma decidida y real por una verdadera democratización energética, participada por la ciudadanía.
4. Que se prohíban las subvenciones a los nocivos combustibles fósiles.
5. Que se regule la publicidad engañosa, desleal y no verificable, por parte del sector de los combustibles fósiles, así como la prohibición del patrocinio de eventos de carácter público por parte de estas empresas. Que se alcance un millón de firmas en la iniciativa ciudadana europea para prohibir los anuncios y el patrocinio de combustibles fósiles
6. Que se supriman los vuelos que tengan una alternativa ferroviaria inferior a dos horas y media.
7. Que las 150 ciudades que deben implantar Zonas de Bajas Emisiones en 2022 cumplan los requisitos para reducir el impacto y la contaminación del tráfico rodado.
Del peso que tiene la energía en Greenpeace da cuenta el hecho de que siete de los diez retos que la oenegé se plantea de cara a 2022 tengan que ver con ella. Los otros tres son estos:
8. Que se firme un Tratado Global de los Océanos en Naciones Unidas, sólido y vinculante, comprometiéndose a proteger, al menos, un 30% de los océanos para 2030 y que suponga un control real de las actividades industriales más nocivas para el medio marino, como la pesquería industrial y la minería submarina.
9. Que se logre una moratoria estatal y/o regionales a la ganadería industrial como parte fundamental de la lucha contra el cambio climático, la salud de nuestras aguas y el bienestar animal.
10. Que se ponga la seguridad humana en el centro de las políticas para dar respuesta a las grandes crisis de nuestro tiempo (sanitaria, ecológica y de desigualdad), frente al discurso que antepone soluciones basadas en el control social y el gasto militar.