Environmental European Bureau define en su informe el desacoplamiento (decoupling) como "el proceso teórico según el cual mientras la economía continúa creciendo, las presiones ambientales decrecen; estas mejoras ambientales se conseguirían mediante aumentos en la eficiencia y cambios tecnológicos". La idea del desacolamiento -explica el informe- ha dominado en las últimas décadas "la narrativa del discurso oficial sobre la sostenibilidad" que han entonado en todos los foros internacionales, sistemáticamente, organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, la Comisión Europea, el Banco Mundial o Naciones Unidas.
Pues bien, el Environmental European Bureau ha revisado la bibliografía existente sobre esa teoría, en busca de las evidencias empíricas que prueben su validez; y la conclusión es clara y contundente: "no sólo no hay evidencias empíricas apoyando la existencia de una economía de crecimiento desacoplada de las presiones medioambientales que se acerque a lo que se necesitaría para lidiar con la crisis climática, sino que, y quizá más importante, ese desacoplamiento parece poco probable que se pueda dar en un futuro". Según el informe de EEB, hay como mínimo 7 razones para el escepticismo en cuanto a que se vaya a producir efectivamente desacoplamiento en el futuro: "tomadas cada una por separado [esas 7 razones] ponen en duda la posibilidad de llegar al desacoplamiento y el consecuente crecimiento verde; considerándolas en conjunto -concluyen los autores del informe-, la hipótesis del desacoplamiento resulta altamente comprometida por no decir fuertemente irrealista".
Estas son las 7 razones
Encarecimiento energético. Cuando se extrae un recurso, las opciones más baratas son usadas generalmente primero, la extracción de los depósitos restantes se transforma en un proceso que consume más recursos y energía, lo que resulta en un incremento de la degradación ambiental por unidad de recurso extraído.
Efectos rebote. Las mejorías en la eficiencia son a menudo, parcialmente o completamente compensadas por una relocalización de los recursos y dinero ahorrados hacia un mayor consumo del producto (el uso más frecuente de un coche con mejor eficiencia de combustible) u otros impactos (comprarse billetes de avión a un lugar remoto con el dinero ahorrado en combustible). También puede generar cambios estructurales en la economía que induzcan a consumos mayores (coches con un consumo de gasolina más eficiente pueden propulsar un sistema de transporte basado en el automóvil privado en contraposición a alternativas más verdes como el transporte público o la bicicleta).
Un problema por otro. Las soluciones tecnológicas que tienen por objetivo solucionar un problema medioambiental determinado pueden crear nuevos o empeorar otros. Por ejemplo, la producción de coches eléctricos privados ejerce presión sobre los recursos de litio, cobre y cobalto; la producción de biocombustible pone en alerta el uso de la tierra; la generación de energía nuclear crea problemas de gestión de los residuos nucleares así como su deshecho.
El infravalorado impacto del sector de servicios. La economía de servicios solo puede existir por encima de la economía de materiales, no en vez de ella. Los servicios tienen una huella que a menudo solamente es añadida en conjunto con la pila de presiones medioambientales.
El potencial limitado del reciclaje. Los índices de reciclaje actuales son bajos y aumentan muy lentamente, y los procesos de reciclaje generalmente requieren una cantidad significativa de energía y materiales primarios no transformados. Todavía más importante, el reciclaje se encuentra estrictamente limitado por su habilidad de proveer recursos a una economía material en expansión.
Cambio tecnológico insuficiente e inapropiado. El Progreso tecnológico no tiene como objetivos los factores de producción que son importantes para una sostenibilidad ecológica y tampoco se está dirigiendo hacia las innovaciones que reduzcan las presiones medioambientales; no es lo suficientemente disruptor ya que falla en desplazar las tecnologías no deseadas; y no es lo suficientemente rápido para capacitar el suficiente desacoplamiento.
Intercambio de costes. Lo que se ha observado y denominado como desacoplamiento en algunos casos locales solamente era “desacoplamiento aparente” que resultaba, en mayor medida, en una externalización de los impactos medioambientales de los países altamente-consumistas a los de menor consumo, posibilitado por el mercado internacional. Contabilizando los impactos desde la perspectiva de la huella desvela unos datos mucho menos optimistas y pone en duda la posibilidad de un desacoplamiento consistente en el futuro.
Autores y autoras del informe
Timothée Parrique, Centre for Studies and Research in International Development (CERDI), University of Clermont Auvergne, France; Stockholm Resilience Centre (SRC), Stockholm University, Suecia
Jonathan Barth, ZOE.Institute for Future-Fit Economies, Bonn, Alemania
François Briens, Independent, Informal Research Centre for Human Emancipation (IRCHE).
Christian Kerschner, Department of Sustainability, Governance, and Methods, MODUL University Vienna, Austria; Department of Environmental Studies, Masaryk University, República Checa
Alejo Kraus-Polk, University of California, Davis, Estados Unidos
Anna Kuokkanen, Lappeenranta-Lahti University of Technology, Finlandia
Joachim H. Spangenberg, Sustainable Europe Research Institute (SERI Germany), Colonia, Alemania
Referencia del informe: Parrique T., Barth J., Briens F., C. Kerschner, Kraus-Polk A., Kuokkanen A., Spangenberg J.H., 2019. Decoupling debunked: Evidence and arguments against green growth. European Environmental Bureau.
El informe ha sido producido gracias al apoyo financiero del Ministerio para la Sostenibilidad y el Turismo de la República de Austria, la Unión Europea y la Fundación KR.
Resumen del informe (en castellano)
El informe: Decoupling debunked. Evidence and arguments against green growth as a sole strategy for sustainability (en inglés)