Los eurodiputados y eurodiputadas de las comisiones de Medio Ambiente y Asuntos Económicos han rechazado la clasificación del gas fósil y la energía nuclear como ambientalmente sostenibles en la taxonomía de la UE, la guía de inversiones "verdes" de la UE. Según Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, Greenpeace, SEO/BirdLife y WWF, ese "no" de los eurodiputados constituye "un primer paso crucial" en la ruta que ha de seguir Bruselas (aún queda una votación en pleno) para evitar que gas y nuclear obtengan la etiqueta "verde" (que daría posibilidad a gas y nuclear a beneficiarse de ayudas públicas y/o un marco regulatorio propiciatorio). La oenegé considera que los combustibles fósiles y los residuos nucleares "no tienen nada de sostenibles". Además -aseguran desde Amigos de la Tierra-, ya son muchos los inversores y bancos que "no quieren que se los etiquete como verdes". Según los ecologistas, ahora el Pleno (que debe celebrar en los próximos días la votación definitiva) debe seguir lo apuntado en las comisiones de Medio Ambiente (ENVI) y Asuntos Económicos (ECON) y rechazar "lo que sería un enorme y costoso error climático: canalizar miles de millones hacia proyectos sucios, en lugar de financiar la transición energética renovable que necesitamos".
En su comunicado conjunto, las cinco oenegés consideran que "etiquetar el gas fósil y la energía nuclear como verdes en la taxonomía de la UE podría restar miles de millones de euros de inversión a las energías renovables". Es más: con la guerra en Ucrania y la crisis de precios de la energía que está provocando -añaden los ecologistas-, etiquetar el gas y la energía nuclear como sostenibles sería "aún más contraproducente". Según Amigos de la Tierra y compañía, "el gas se ha convertido en una fuente de inseguridad energética y de riesgo geopolítico en Europa, y la energía nuclear es cara, lenta de construir y crea residuos altamente radiactivos que aún no sabemos cómo manejar".
«La guerra de Ucrania demuestra que la UE no puede ser plenamente independiente mientras no controle su propia energía. Mientras que el gas importado crea dependencia, las renovables son nuestra energía autóctona y la clave de nuestra independencia. Etiquetar el gas como una inversión sostenible llevaría a Europa a usar aún más gas, lo que supondría menos seguridad energética y facturas más altas para la ciudadanía»
La votación final está prevista para el pleno del Parlamento Europeo en la primera semana de julio. Así, concluyen las oenegés: "es crucial que el plenario del Parlamento Europeo vuelva a vetar el acto delegado de la taxonomía que califica el gas y la nuclear como sostenibles. De no ser así, se convertiría en ley el lavado verde de la energía nuclear y el gas”.