La ACIE refiere que se hace eco de una comunicación dada a conocer por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en la que se afirma: "determinados datos comerciales son más útiles para las comercializadoras de los grandes grupos que para las comercializadoras independientes y su difusión podría reducir la competencia".
Según se afirma de la asociación que nuclea a los comercializadores independientes de energía -de la que forman parte diez empresas comercializadoras no verticalmente integradas- "la base de datos del SIPS se crea en el año 2002, configurándose como un instrumento de mejora de las condiciones de oferta por parte de las comercializadoras a los consumidores, permitiéndose el acceso a dicha información no sólo a las comercializadoras tradicionales, sino también a las nuevas comercializadoras entrantes".
"Sin embargo -continúa el comunicado-, con la creciente apertura del mercado y el inicio del acceso por parte de las comercializadoras independientes a los consumidores domésticos, la base de datos del SIPS sufre una serie de modificaciones que desnaturalizan su funcionamiento original". Para luego referir: "Nos estamos refiriendo, por un lado, a la eliminación de información esencial para realizar ofertas competitivas, como los datos de la curva de carga horaria, no solo para los consumidores domésticos, sino también para las empresas, y por otro, a la publicación del dato de la comercializadora actual".
Los temores que la ACIE quiere dejar patentes se clarifican en un párrafo antecedido por la frase "máxima preocupación para las comercializadoras independientes", ya que -aseguran- "implica la puesta a disposición de su lista de clientes a todas las comercializadoras, también a los antiguos monopolios lo que, como mínimo, facilita potenciales conductas depredadoras de la cuota de mercado de los pequeños agentes por parte de los grandes.