Según los resultados definitivos publicados por Red Eléctrica en la página del operador del sistema (eSios.ree.es), ya validados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), para el periodo comprendido entre el 1 de julio y el 31 de diciembre del 2019 se destinarán 95 millones de euros al servicio de interrumpibilidad para grandes consumidores. En esta convocatoria se han subastado un total de 16 bloques de 40 MW y 340 bloques de 5 MW, lo que se traduce en una potencia interrumpible para el citado periodo de 2.340 MW. Un total de 123 grandes consumidores han participado en esta edición de estas subastas organizadas por Red Eléctrica como administrador de la subasta, que se celebraron en Madrid del 17 al 19 de junio.
El precio medio de asignación ha sido de 96.925 euros/MW y año para los productos de 40 MW y de 75.307 euros/MW y año para los de 5 MW. La media ponderada de asignación se ha situado en los 81.220 euros/MW y año. Los precios de salida fijados por la Secretaría de Estado de Energía en la Resolución del 24 de mayo del 2019 fueron de 150.000 euros/MW y año para los productos de 40 MW y de 125.000 euros/MW y año para los de 5 MW.
Así define Red Eléctrica de España el servicio de interrumpibilidad
«El servicio de interrumpibilidad -informa REE- es una herramienta de la que dispone Red Eléctrica, como operador del sistema, para asegurar en todo momento un suministro eléctrico nacional de calidad. Con este servicio, los grandes consumidores de electricidad (industrias) se comprometen a reducir su consumo eléctrico cuando el sistema eléctrico lo requiere, siendo retribuidos por ello. La activación del servicio la realiza Red Eléctrica y responde a criterios técnicos o económicos».
«La asignación del servicio de interrumpibilidad se realiza mediante la celebración de subastas administradas por Red Eléctrica y supervisadas en todo momento por la CNMC. Por su parte, el Ministerio para la Transición Ecológica es el organismo encargado de definir todo este procedimiento y las reglas por las que se rige. El proceso se articula mediante un sistema de subastas competitivas a la baja en las que el precio de salida se reduce en tramos de 1.000 euros hasta que solo queda un pujador para cada bloque de producto».