Más de la mitad de toda la electricidad que ha necesitado España para operar en este primer trimestre la han traído el viento, el sol, la biomasa y el agua. O sea, que no hemos tenido que ir a buscar esos kilovatios ni a la Argelia que nos vende el gas natural, ni a la Nigeria que nos provee de petróleo, ni al Uzbekistán que nos vende uranio. Porque más de la mitad de los 63.777 gigavatios hora que ha demandado España entre enero y marzo ha sido generada en centrales termosolares, saltos hidroeléctricos, plantas de biomasa, parques eólicos y campos solares que tienen su sede en España y aprovechan recursos naturales autóctonos y renovables, recursos que no hay que importar desde ninguna parte.
Baja la demanda
Red Eléctrica de España, que es el operador único del sistema eléctrico nacional, explica además en este su último balance trimestral que, entre enero y marzo de 2016, la demanda peninsular de energía eléctrica ha sido un 1,4% menor que en el año 2015. "Una vez corregida la influencia del calendario y las temperaturas -matiza Red Eléctrica-, la demanda de energía eléctrica es un 0,7% inferior a la registrada en el año anterior". Si atendemos a las tecnologías, la que más kilovatios hora eléctricos produjo entre enero y marzo de ha sido la eólica, que se ha apuntado el 27,3% del total, por delante de la nuclear (21,9%) y la hidráulica (18,5%).