El informe de DNV GL, del que informa Comunicae señala, asimismo, que el gas continuará desempeñando un importante papel –será el segundo en suministro de energía– mientras que el consumo del carbón y el petróleo se reducirán significativamente. Pero la reducción no será suficiente para evitar que las emisiones de CO2 provoquen un aumento de las temperaturas de hasta 2 ºC.
El cambio en la tendencia de consumo supondrá, asimismo, un reto para las nuevas empresas emergentes, así como para los gobiernos. Estos últimos pueden ver reducida su intervención en esta industria y se verán obligados a tomar las medidas necesarias con el objetivo de avanzar en pro de las fuentes renovables.
De acuerdo con las consultora, los avances se desarrollarán más rápido en aquellas zonas que ya están apostando por este modelo de consumo más proteccionista con el medio ambiente. El informe señala que está nueva tendencia “ya se está produciendo” y que los gobiernos donde las energías renovables son generadores importantes “ya están abordando” los desafíos.
Otro aspecto destacado en el informe es que los operadores de red modificarán la forma en que analizan sus sistemas y prestarán mayor atención a las fuentes de conexión.
El estudio también propone acciones que deben ponerse en marcha tanto a nivel local como a nivel global. Entre otras, destaca una asesoría energética que apueste por la adopción de energías renovables, la rápida electrificación del transporte y la climatización, buscando una mejora de la eficiencia energética.
En esta línea, el informe remarca la importancia de una mayor concienciación por parte de la ciudadanía en cuanto al ahorro energético, y un gobierno afín a estas propuestas para acelerar el proceso.