Las energías renovables siguen batiendo todos los récords en el sistema eléctrico. Y lo que estaba en las previsiones, se ha cumplido. Si 2023 vio cómo se superaba el 50%, este año cerrará con más del 56% de la generación renovable gracias, principalmente, al magnífico comportamiento del recurso hidráulico, según indican desde APPA Renovables, que incrementó la aportación de la generación hidráulica en 3,7 puntos porcentuales. Pero no es la única causa ya que la generación fotovoltaica, con un importante aumento de la potencia instalada y una generación del 16,7% de la electricidad, y la eólica con un liderazgo y un 22,8% mantendrán su aportación incluso en años de poca hidraulicidad. "Los datos de generación renovable son la constatación de que estamos en una senda muy positiva. Los objetivos a 2030 son extraordinariamente ambiciosos, pero, aunque no se alcancen, estamos realizando importantes avances en la descarbonización de nuestro sistema eléctrico, un paso que tenemos que extender al resto de ámbitos energéticos", ha explicado José María González Moya, Director General de APPA Renvoables.
Algunas aportaciones al consumo eléctrico nacional no se contabilizan como renovables por una cuestión operativa, como es el caso del autoconsumo. En nuestro país, que cuenta ya con más de 8 GW de potencia instalada de autoconsumo, el equivalente al 3,7% de la demanda eléctrica se satisface con fotovoltaica en modalidad de autoconsumo. Sin embargo, la dificultad de poder medir este consumo interno de hogares y empresas, hace que se contabilice, a efectos prácticos, como una disminución de la demanda eléctrica. "Desde las administraciones, se debe realizar un esfuerzo por dotar a España de estadísticas oficiales de la generación de autoconsumo. Ahora mismo este trabajo se desarrolla desde el sector y sería muy positivo contar con datos oficiales", reclama González Moya. Por su parte, el 2% de la generación eléctrica fue llevada a cabo por turbinas de bombeo. Sin embargo, en las estadísticas se contabiliza esta generación como generación no renovable, cuando una parte mayoritaria de la electricidad utilizada para bombear el agua proviene de fuentes limpias. Teniendo en cuenta esto, junto a la aportación del autoconsumo, estaríamos hablando de que la demanda eléctrica real se cubre, en la práctica, con más de un 60% de electricidad renovable.
El valor fundamental de la electrificación
El actual ritmo de integración renovable sólo se podrá mantener si se produce un aumento de la demanda que, hoy por hoy, no se está produciendo. Las políticas intervencionistas, provenientes de los principales partidos políticos, suponen una amenaza para el desarrollo futuro renovable. "El incremento de demanda debe ser consecuencia de una electrificación de los consumos fósiles que debemos importar y de los que carecemos. De forma que la transición energética no sólo tenga sentido medioamental, sino también económico para nuestro país", ha explicado González Moya. Almacenamiento, electrificación y gestión de la demanda serán pilares capitales para la integración de la electricidad renovable en los próximos años. Sin embargo, la electrificación destaca como el elemento más importante de cara al futuro próximo y España debería contar con un Plan Nacional de Electrificación. "Los objetivos marcados en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, incluyen un incremento de la demanda del 34% respecto a los niveles de 2019. Para alcanzarlos, deberíamos aumentar la demanda eléctrica en un 6,2% anual de aquí a 2030", estima el Director de APPA Renovables. A pesar de contar con estas ambiciosas metas, la demanda corregida únicamente aumentó del orden de un 1,5% en 2024, insuficiente para compensar la contracción del 1,8% de 2023.
Las amenazas de las políticas intervencionistas
El desarrollo renovable en el sector eléctrico enfrenta numerosos retos, la mayor parte de ellos técnicos, al acercarnos a niveles de penetración renovable extraordinariamente altos. De hecho, con el crecimiento de los últimos años, alcanzaríamos en 2030 una penetración renovable del 74% en el sistema eléctrico, extraordinariamente alta, pero aún alejada del 81% marcado como objetivo. Este desarrollo, además de enfrentar retos técnicos, ve ahora la amenaza de políticas intervencionistas de los partidos de todo el espectro, como la Ley recientemente aprobada por la Xunta de Galicia, bajo un gobierno del PP; planteamientos similares surgidos del 41º Congreso del PSOE; y otras iniciativas intervencionistas de diversos partidos, continúan desde APPA. Algunos de los cambios aprobados o planteados podrían ahuyentar las inversiones, debido a la falta de estabilidad regulatoria y seguridad jurídica. Adicionalmente, estos cambios normativos agravarían la situación de judicialización del sector al contravenir reglamentos y leyes de la Unión Europea.