Los datos, que constan en la Reseña Energética, producida por la Secretaria de Planificación del MEM, revelan que la eólica creció su participación en 2016 en un 54,9%, la solar lo hizo un 44,7% y la hidroeléctrica un 7,7%.
Del total de lo generado por la matriz de energía eléctrica, situado en 619,7 TWh (un 0,7% superior al de 2015, cuando fue de 615,7 TWh), la generación hidráulica abarcó el 67,1% de la oferta interna de energía (OIE), es decir la energía necesaria para mover la economía, frente al 64% registrado en 2015; el 65,2% en 2014 y el 70,6% en 2013.
Según el MEM, la proporción del 43,5% de fuentes renovables "es cuatro veces mayor que el de los países participantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), de sólo el 9,5% y tres veces superior al indicador medio mundial, del 14,2%".
En la matriz de suministro de fuentes renovables, el etanol se situó en primer lugar, con el 40,1%; el segundo fue para la hidroelectricidad, con 28,9% y en tercero la biomasa a partir de leña y el carbón vegetal, con el 18,4%. El resto de las fuentes registraron aproximadamente el 12,5%.
En el informe se explica que "la menor generación de energía eléctrica por fuentes fósiles, así como la retracción del consumo de estas fuentes en los sectores económicos, contribuyeron a que Brasil disminuyera las emisiones de CO2 en un 7,7% en 2016".