Sí, el 94,5% de la electricidad que consumió toda Galicia a lo largo del año pasado (año 2010) salió de fuentes de energía renovable: léase el viento, el sol, la biomasa, el agua... Lo acaba de revelar un estudio del Instituto Enerxético de Galicia, dependiente él de la conselleria de Economia e Industria de la Xunta. El informe señala que "la comunidad doblaba el año pasado el promedio de España, que se situaba tan sólo en un 40%" y presumía de que esa cifra –el 94,5%– "supone multiplicar casi por cinco el objetivo marcado por la Unión Europea para ese mismo año" (el 21%). Más aún: según el Inega, "otro dato que deja también de manifiesto la posición de liderazgo de Galicia en la producción de energía mediante fuentes renovables es el consumo de energía primaria total, que, en 2010, alcanzó en nuestra comunidad el 19,3%, superando ampliamente el objetivo marcado por la Unión Europea para ese año" (el 12%).
Trece millones en dos años y medio
El Inega señala además que "el fomento de estas fuentes sostenibles es uno de los ejes de la política energética desarrollada por la Xunta, política energética que se fundamenta también en el impulso del ahorro y la eficiencia energética y en la diversificación de las fuentes". Dentro de esta apuesta –concluye el comunicado difundido por el Instituto– se enmarca "la puesta en marcha del Plan Re-Xurde, gracias al cual se sacaron a concurso 2.325 MW de energía eólica [fue en noviembre de 2010] y que avanza para que, en el año 2012, la potencia autorizada en nuestra comunidad alcance los 6.500 MW". La Xunta asegura por otra parte que, "entre otras medidas para fomentar e impulsar la instalación de este tipo de energías en Galicia", lleva destinados cerca de trece millones de euros al Programa de Ayudas a Proyectos de Energías Renovables del Inega "en lo que va de legislatura".
Algo de contexto
Las últimas elecciones autonómicas gallegas tuvieron lugar el uno de marzo de 2009. Aquella convocatoria convirtió al entonces candidato del Partido Popular Alberto Núñez Feijóo en sucesor del socialista Emilio Pérez Touriño, que había encabezado durante la anterior legislatura un gobierno bipartito en el que al Partido Socialista de Galicia se sumaba el Bloque Nacionalista Galego. El bipartito, después de muchos meses de retrasos, convocó un concurso eólico (2.325 MW) que resolvió en enero de 2009, es decir, apenas unas semanas antes de que tuvieran lugar las elecciones y en medio de un alud de críticas por haber excluido del reparto de megavatios a varios grandes grupos eólicos (Unión Fenosa, Iberdrola, Acciona), que fueron entonces desplazados por bancos e industrias regionales (especialmente las industrias agroalimentaria y conservera), a las que se reprochaba tener "poca experiencia en la materia".
Gana el gas
Feijóo se comprometió entonces, en plena campaña electoral, a "anular y dejar sin efecto" el concurso eólico si ganaba las elecciones. Y a ellas acudió con un programa energético que señalaba claramente dos líneas: anulación de las concesiones eólicas realizadas y, curiosamente, gas como energía estratégica "para conseguir la máxima competitividad de la economía" (en perfecta sintonía, por cierto, con lo que ahora ha incluido el PP nacional en su último programa electoral). El caso es que Feijóo alcanzó la presidencia (con mayoría absoluta), anuló el concurso eólico y convocó uno nuevo, que fue resuelto un año y medio después, en noviembre de 2010, y que, curiosamente, arrojó como principal beneficiario a Gas Natural Fenosa, que logró 339 de los 2.325 MW a concurso (el gobierno presidido por Feijóo había establecido 350 MW como "límite máximo por solicitante"). En el primer concurso, a Unión Fenosa le fueron adjudicados solo 15 de los 1.000 MW que había solicitado. En fin, que no deja de ser curioso que un gobierno que apuesta por el gas como primera prioridad energética presuma ahora a voz en grito de condición de renovable. Una pregunta se abre paso en todo caso (con perdón): ¿qué porcentaje de "independencia eléctrica" hubiese alcanzado Galicia en 2010 si no hubiese sido aplazado un concurso que finalmente ganó, por cierto, Gas Natural?